No se necesita ninguna máquina especial para preparar este helado de dulce de leche, solamente 3 o 4 ingredientes fáciles de conseguir que te van a ahorrar ese viaje a la heladería.
Tiempo de Preparación: 10 Minutos
Tiempo Total: 10 Minutos
Porciones: 1 Porciones
Si alguna vez creíste que se necesitan complicadas máquinas para preparar helado, tengo que decirte que estabas equivocado. Hay una forma de prepararlo en casa y con unos pocos ingredientes.
Tan fácil y tan rápido que te vas a sorprender. Con un poco de leche y crema de leche ya tenemos los principales ingredientes para una crema helada. Pero para saborizarla, vamos a darle un toque argentino: el dulce de leche.
De esta manera, vas a obtener en pocos pasos un helado de dulce de leche hecho en casa, que podés almacenar en tu freezer para cuando tengas antojo y quieras ahorrarte el viaje a la heladería.
400ml Crema de Leche
360gr Dulce de Leche Repostero
80gr Leche
40gr Crocante
Pasar a una manga el dulce de leche.
Agregar leche tibia al dulce de leche repostero y batir hasta que se disuelva totalmente, puede ser necesario calentarlo al microondas para que se disuelva más fácil. Reservar.
En un bol agregar la crema bien fría y batir hasta que gane algo de cuerpo.
Empezar a agregar el dulce de leche disuelto de a poco mientras se bate.
En otro bol ir poniendo de forma intercalada la preparación y decorándola por arriba con el dulce de leche de la manga y crocante o praliné.
Llevar al freezer por lo menos 8 horas.
Convengamos que para la mayoría de las recetas no existe una única versión de su origen. Algunas de ellas surgen en culturas y épocas distintas de manera autónoma, sin ningún contacto previo, lo cual es sorprendente. Otras surgen tantas transformaciones a lo largo de eventos históricos como las migraciones, las crisis económicas y las guerras, que es difícil localizar su surgimiento original.
En el caso del helado, ocurre algo similar. La teoría más aceptada sobre sus orígenes nos remonta a la China del año 2,000 antes de Cristo. Pero también debe saberse que los persas comían una receta parecida, que consistía en una especie de flan o pudín hecho de cabello de ángel y agua de rosas, especialmente en los calurosos días veraniegos.
Se presume que en aquel entonces los chinos acostumbraban a comer una mezcla de nieve traída desde las montañas con frutas, miel, arroz y especias. Un lujo que, por el alto costo de sus ingredientes en la época, sólo podía consumirlo la alta sociedad china. En el palacio del imperio se almacenaban cuidadosamente barras de hielo para ser consumidas según las necesidades que se fueran presentando.
Con el correr del tiempo se logró perfeccionar la técnica para conservar el hielo y así fue como en el país comenzó a hacerse popular el helado. Desde Oriente se expandió a Occidente hasta Italia, donde Marco Polo llevó a su país distintas recetas de helado conocidas en sus viajes.
Otra teoría menos conocida hace referencia a que el helado ingresó a Europa por medio del califato de Córdoba.
Lo cierto es que en el siglo XVI, durante la boda entre Catalina de Medici y Enrique II de Francia, se sirvió helado durante todo el festín. Y el festín duró un total de 30 días. A partir de ahí se incorporó el huevo a la receta y su consumo continuó extendiéndose por Europa.
En el siglo XVII, el italiano conocido como el padre del helado, Francesco Procopio dei Coltelli, dio a conocer su invención: una máquina que homogeneizaba la mezcla de frutas, hielo y azúcar, por medio de la que se obtenía una pasta similar a la conocida actualmente como helado. Él fue quien inauguró en París el Café Procope, donde vendía, además de café, su innovador producto. Esta tienda es considerada la primera heladería en el mundo.
Debemos agradecerle a los italianos el hecho de popularizar y extender por el continente el consumo de helado.
En el siglo XVIII el helado hace su primera aparición en los libros de cocina. Y con la colonización de América, cruza el océano y llega al Nuevo Mundo.
La primera máquina de reproducir helados mecánicamente y de manera continua surge en el año 1913, lo que supuso un gran salto en el desarrollo de este postre.
También, a comienzos del siglo XX, un fabricante de helados en Ohio innova con el añadido de un palito en uno de los extraños de la mezcla de helado, creando el helado de palito tal como lo conocemos hoy. Del mismo modo, una comerciante de Louisiana moderniza con la forma de una bola de helado incorporada en un cono de oblea: el famoso helado de cucurucho.
Más allá de su origen, el helado resulta una de las más grandes aportaciones de la gastronomía para nuestro placer y bienestar: alguna vez, todos, sin importar nuestra edad, hemos sonreído al tener frente a nuestros ojos la bola de un helado de nuestro sabor preferido.
Se dice que "no hay amor más sincero que el amor por los helados".
Porción: 1 Porción ( 100g ) | Calorias: 124kcal | Carbohidratos: 8.4g | Proteínas: 2.9g | Grasas: 8.9g | Grasas saturadas: 5.6g | Colesterol: 31.8mg | Sodio: 41mg | Azúcar: 6.8g | Fibra: 0g | Grasas Insaturadas: 3.3g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 9 de abril de 2021.
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