¿Quieres probar una crema diferente y deliciosa? Con su sabor suave y textura cremosa, es el acompañamiento perfecto para cualquier postre!
Tiempo de Preparación: 12 Minutos
Tiempo Total: 12 Minutos
Porciones: 1 Porciones
La cantidad de recetas que se pueden desprender a partir del uso de la ricota como ingrediente principal o secundario es muy abarcativa.
Dentro de los platos dulces y postres, el más conocido es la torta de ricota, muy presente en las panaderías de América del Sur y en las de Italia. Infaltable para la merienda. Pero no es bueno quedarse estancado siempre en las mismas recetas.
Lo que te ofrezco hoy es algo nuevo y diferente, rara vez consumido por estos lares. La crema de ricota es dulce, riquísima, con una textura muy característica y con mucha proteína. Incluso si utilizás ricota descremada, la podrás incluir en tu dieta deportiva, ¡porque es pura proteína!
Ricotta
Edulcorante o Azúcar
Esencia de Vainilla
Cacao en Polvo
Cafe
En una procesadora, volcar la ricota y procesarla para que pierda volumen. Luego, añadir el azúcar y continuar procesando hasta que tenga una consistencia parecida a una mousse. Opcional: si no tenés procesadora, otra forma de prepararla es mediante una batidora, manual o eléctrica, pero tené en cuenta que tendrá una textura diferente.
Hasta acá, ya está lista la crema de ricota. A continuación, si querés darle un sabor especial, agregá cacao en polvo a la procesadora, café líquido y más azúcar, para evitar que la mezcla pierda dulzura a causa del café. Procesar bien.
Servir en algún recipiente y darle pequeños golpecitos para que la crema de ricota se asiente. Colocar un film en la superficie y reservar en la heladera.
La ricota es, estrictamente hablando, un producto de origen romano o siciliano, estacional, que se elaboraba con leche de ovejas sicilianas y sardas. Se cree que fue el pueblo judío quien descubrió la forma de elaborar la ricota.
Los historiadores asumen que la primera vez en que aparece este producto de manera documentada fue en los textos del autor griego Ateneo, quien redactó mucho sobre los alimentos entre los siglos II y III a. C.
Su producción en la península italiana nos remite a la Edad del Bronce. En el período del 2.000 a. C., las vasijas de cerámica, llamadas en aquel entonces calderas de leche, empezaron a ser más frecuentes y, por lo visto, exclusivas de la península. Habían sido diseñadas para que la leche pudiese ser hervida a altas temperaturas y evitar que el líquido se derramara. Las distintas producciones de quesos frescos coagulados con ácido llevadas a cabo en estas calderas se elaboraban con leche entera.
La producción de quesos coagulados con cuajo llegó a superar la producción de quesos frescos de leche durante el siglo X a. C. Este queso permitía que su conservación durase más tiempo. El aumento de la producción llevó a que hubiera un importante suministro de suero lácteo como subproducto. Más tarde, los queseros empezaron a utilizar una receta nueva, que utilizaba una combinación de leche y suero para producir la ricota tradicional como es conocida hoy en día.
Si bien los antiguos romanos producían ricota, escritores sobre agricultura como Marco Terentuis Varro, Columela y Catón el Viejo no lo mencionan. Dejaron registros escritos sobre la elaboración de queso coagulado con cuajo pero no sobre el queso coagulado con ácido o las calderas de leche. Una posible razón sería que la ricota no resultaba rentable: su breve tiempo de vida útil hacía que no fuera accesible a mercados urbanos. Aun así, pinturas y la literatura índica sirven a modo de evidencia de que la ricota era no sólo conocida sino posiblemente comida habitualmente con la aristocracia romana.
Los pastores de los Apeninos aún empleaban calderas de leche de cerámica para producir ricota durante el siglo XIX d. C. En la actualidad, se emplean calderas de leche metálicas, pero los métodos de producción han variado radicalmente.
Posteriormente y con el mejoramiento de las técnicas de elaboración y conservación, este producto fue de gran exportación en Sicilia, junto a los granos de trigo. También formó parte principal de la dieta de los sicilianos y habitualmente se elaboraba a partir de la leche de cabra o, en su defecto, de oveja. La mayoría de los postres que incluyen ricota se han originado en Sicilia. Los panqueques de ricota, por ejemplo, son una antigua versión del pastel de queso.
La ricota también era un alimento tradicional para los cristianos que habitaban en Sicilia. La torta de cassata, que incluye un relleno de crema de ricota, es considerada un alimento de tradición en fecha de Pascua. El zeppole, realizado originalmente con ricota, también era considerado comida tradicional en el día de San José.
Se prepara a partir del suero de leche, acidificado con vinagre o limón y llevado a ebullición. Sus componentes sólidos son separados y colados, para obtener como resultado del proceso la vera ricotta, que suele consumirse fresca. Su pasta es blanca, de color marfil y con un sabor láctico, fresco y ligeramente dulce.
La ricota industrial utiliza otro tipo de técnicas y para su fabricación suele emplear leche entera, a veces sin suero. Esta leche puede mezclarse con el suero para mejorar la cuajada, neutralizar el ácido presente en el suero y así aumentar la producción en masa.
Porción: 1 Porción ( 100g ) | Calorias: 0kcal | Carbohidratos: 0g | Proteínas: 0g | Grasas: 0g | Grasas saturadas: 0g | Colesterol: 0mg | Sodio: 0mg | Azúcar: 0g | Fibra: 0g | Grasas Insaturadas: 0g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 13 de abril de 2022.
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