Las almendras le suman una complejidad de sabores al flan que queda muy, pero muy bien, aprende esta receta para explorar estos nuevos gustos.
Tiempo de Preparación: 8 Minutos
Tiempo de Cocción: 50 Minutos
Tiempo Total: 58 Minutos
Porciones: 4 Flanes
El flan es un plato que goza de una gran popularidad. Es uno de los postres más antiguos en Occidente. Es increíble que tanta historia se condense en apenas cuatro letras.
Lo que es característico de este postre son su elegancia y su sencillez. Se hace simplemente con leche, huevos y azúcar. Es conocido en todo el mundo puntualmente por algo: a todos les agrada porque es de los más sabrosos postres que existen.
Variantes del flan hay cientos. Yo soy un ferviente admirador de este postre por lo que en mi canal podrás encontrar tutoriales varios sobre flan de café, flan de chocolate, flan de Nutella y muchos otros más. Y no podía faltar el flan de almendra, ¡mi fruto seco preferido!
Flan
55gr Harina de Almendras
360ml Leche
100gr Azúcar
Sal
Esencia de Almendras
3 Huevos
Caramelo
100gr Azúcar
Agua
En una sartén poner el azúcar y calentar hasta que se forme el caramelo, volcar en los moldes y mover para que el caramelo cubra bien todo el interior de cada molde. Reservar.
En un bol poner la leche, los huevos, el azúcar, la harina de almendras y la esencia de almendras. Integrar.
Volcar la preparación en los moldes, ponerlos en algún recipiente para horno y completar con agua hasta la mitad.
Llevar al horno a 180° por 50 minutos.
Si te gustaría conocer más recetas sobre variantes del flan, accedé a mi canal de YouTube donde vas a encontrar flanes que nunca hubieras pensado que existían. Todas son recetas de fácil y rápida elaboración.
Si conocés alguna variante que quieras recomendarme, o algún ingrediente exótico para añadirle, contámelo en los comentarios. Quiero conocer tu opinión.
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Los registros disponibles dejan saber que el antepasado lejano del flan proviene de Roma. Poco tiempo después de comenzar a domesticar las gallinas, los romanos se volvieron entusiastas que valoraron la mezcla de huevos, leche y miel. El nombre con el que lo llamaban en la Antigua Roma era tyropatina y solían decorarlo con pimienta. En aquel entonces se empleaba la miel ya que el azúcar llegaría tiempo después, con las migraciones árabes en Italia, Francia y España.
La invención del queso tyropatina se le atribuye a Marco Gavio Apicio.
Ya en Europa durante la Alta Edad Media se preparaba una mezcla de huevos, leche y otros ingredientes que llamaban flado, que vendría a significar "torta plana". Este postre se consumía con suma especialidad en época de Cuaresma, ya que el consumo de carne estaba prohibido pero era necesario conseguir alimentos que brindaran la energía necesaria para continuar con las labores diarias. También se elaboraban versiones saladas que incluían vegetales o pescado.
Pero quienes vinieron desde el otro lado del Mediterráneo y dieron entidad al postre fueron los árabes. Ellos tenían una vasta experiencia en el uso del azúcar como ingrediente para elaborar jarabes, turrones, tortas, etc.
Fue así que los cocineros de España y posteriormente los de Francia descubrieron cómo preparar una sutil y delicada mezcla de leche, huevos y azúcar. La cobertura de las fuentes para hornear con una capa fina de azúcar a modo de caramelo fue obra de los cocineros árabes.
Por suerte, en la actualidad casi todo el mundo tiene en su hogar una heladera, ya que es necesaria para lograr el punto óptimo del flan por medio de la refrigeración; una vez conseguida la consistencia deseada, se lo voltea para sacarlo fuera del recipiente y se lo sirve en un plato bañado en caramelo. Por esta razón es que los franceses llaman al flan crème renversée.
Otro ingrediente que apareció en escena para enriquecer el flan fue la chaucha de vainilla, la cual viajó de América a Europa y se empleaba para la aromatización de postres en conventos. Estos conventos eran los principales productores de vino y utilizaban grandes cantidades de claras de huevo para aclarar el color de la sustancia, alimento que también utilizaban como ingrediente para la realización de postres como el flan. Es por esta razón que el flan fue un plato afín a las mujeres y hombres de iglesia.
El flan se popularizó en los restaurantes recién a fines del siglo XIX, gracias a su facilidad de almacenamiento y fabricación.
Porción: 1 Flan ( 198g ) | Calorias: 351kcal | Carbohidratos: 65.4g | Proteínas: 10.3g | Grasas: 6g | Grasas saturadas: 2.1g | Colesterol: 172.4mg | Sodio: 96mg | Azúcar: 55g | Fibra: 0.4g | Grasas Insaturadas: 3.9g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 20 de julio de 2021.
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