¡Una forma distinta de hacer un bizcochuelo o torta, usando yogur! Queda bien esponjoso y con un sabor único.
Tiempo de Preparación: 8 Minutos
Tiempo de Cocción: 50 Minutos
Tiempo Total: 58 Minutos
Porciones: 10 Porciones
Con el aporte de este curioso ingrediente vamos a obtener una masa más esponjosa y sabrosa para nuestros bizcochuelos, lo que nos abrirá nuevas puertas para las tortas que queramos hacer.
Esta forma distintiva va a permitirte sorprender a los invitados que prueben tus tortas. Lo mejor de todo es que podés no revelarles el detalle del ingrediente secreto y mantener así el misterio.
Y lo que va a sorprenderte a vos es la facilidad con la que se prepara esta receta. En apenas una hora, ¡una torta de diez porciones! Todo con ingredientes fáciles de conseguir.
3 Huevos
150gr Azúcar
125gr Yogur
125ml Aceite
Ralladura de Limón
210gr Harina
15gr Polvo para Hornear
Enmantecar y enharinar el molde, reservar en el freezer.
En un bol agregar los huevos y el azúcar, batir por varios minutos hasta que tome buen volumen.
Agregar la ralladura de un limón y mientras se bate agregar el aceite y el yogur.
Agregar la harina y el polvo para hornear, preferentemente sobre un tamiz. Batir hasta integrar totalmente.
Volcar la preparación sobre el molde y llevar al horno a 180° por 50 minutos.
Si rastreamos la historia de las tortas llegaríamos a la Antigüedad. Las primeras versiones eran muy distintas a las que conocemos actualmente. Se asemejaban más a un pan y eran endulzadas con miel.
El horno más antiguo del mundo tiene unos 6.500 años y fue descubierto en tierras croatas en el año 2014. Se estima que la cocción del pan comenzó alrededor del año 600 antes de Cristo en la Antigua Grecia. Los egipcios fueron los pioneros en la técnica del horneado y su legado se remonta alrededor del 2.600 a. C.
Con frecuencia, a estos panificados se les añadían nueces y otros frutos secos. Los historiadores coinciden en que los egipcios de la Antigüedad fueron los primeros en dejar evidencia sobre sus avanzadas habilidades para hornear. El uso de su nombre en inglés (cake) se remonta al siglo XIII según el Oxford English Dictionary y es una derivación de kaka, una palabra nórdica antigua que significa "hervir, cocer".
Los panaderos de la Europa medieval acostumbraban a hacer torta de frutas y pan de jengibre, alimentos que podían durar largas temporadas, lo que al parecer fue la causa y objetivo que tuvo este alimentos en sus comienzos, lo que le brindó una gran popularidad.
Los historiadores consideran que los precursores de las tortas modernas se hornearon por primera vez en Europa a mediados del siglo XVII. Esto se dio gracias a la evolución de la tecnología y a una mejor y más amplia disponibilidad de ingredientes. Es la época en la que se volvieron populares los moldes redondos y los aros para dar forma a las tortas que se colocaban en bandejas para hornear.
Recién en el siglo XIX la torta empezó a ser como la conocemos en la actualidad (con harina refinada y polvo para hornear en vez de levadura). Es el tiempo en que se implementan los glaseados en su cobertura (primero eran los glaseados hervidos y luego los glaseados de crema).
El yogur es de origen turco. En su lengua originaria significa "leche cuajada" y se presume que su consumo es previo a la agricultura.
Los pueblos nómadas transportaban la leche de sus animales en sacos de piel de cabra. El contacto con la piel de cabra y el calor generaban la multiplicación de bacterias que producían la fermentación de la leche, pasando de ser líquida a semisólida y coagulada.
De esta manera, el yogur pasó a convertirse en un alimento básico de la dieta de las civilizaciones nómadas gracias a su facilidad de transporte y conservación. Ya en la Antigüedad eran conocidas sus virtudes saludables.
Las bacterias responsables de la fermentación de la leche ya se empleaban entre el año 6000 y 7000 a. C. por los tracios provenientes de la actual Bulgaria. Ellos fueron quienes las utilizaban para generar la fermentación de la leche (generalmente de oveja) y de esa manera obtener yogur y quesos, considerados los primeros alimentos probióticos de la historia.
El yogur continuó durante largos años como comida propia de Asia Central, la India, Europa Central, Europa del Este, el Sudeste Asiático y Turquía. Su consumo se expandió notablemente por el mundo hacia los años 1900, cuando el Nobel de Medicina Méchnikov lo describió como un excelente agente antienvejecimiento y con propiedades bacteriológicas saludables.
La producción del yogur se industrializó de la mano de Isaac Carasso, que, en el año 1919, inauguró un negocio pequeño de yogur en España. Se introdujo en el continente americano en la primera década del siglo XX.
Porción: 1 Porción ( 80g ) | Calorias: 281kcal | Carbohidratos: 32g | Proteínas: 5.7g | Grasas: 14.7g | Grasas saturadas: 6.8g | Colesterol: 67.8mg | Sodio: 186mg | Azúcar: 15.7g | Fibra: 0.6g | Grasas Insaturadas: 8g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 6 de mayo de 2021.
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