Galletas Marineras

Esta receta es muy rendidora y económica. Con pocos ingredientes vas a conseguir una buena cantidad de galletitas, y no sólo ahorrarás dinero sino también calorías (a menos que las quieras untar con dulce de leche, claro…). Con tener manteca y harina ya tenemos los ingredientes principales. Seguí leyendo para no perderte esta receta. ¡Es muy fácil de recordar!

Video paso a paso

Ingredientes para preparar Galletas Marineras

• 250gr Harina 000

• 50gr Manteca

• 150gr Agua

• 5gr Sal

• 3gr Polvo para Hornear

• 1 Huevo

Preparación de Galletas Marineras paso a paso

Historia de las galletitas

Las galletas se originaron por la necesidad de almacenar alimentos nutritivos que fueran fáciles de transportar por medio de viajes marítimos y que al mismo tiempo lograran alcanzar un considerable tiempo de duración para viajes largos. En los barcos, la presencia de un cocinero y el almacenamiento de alimentos vivos (carnes, frutas, vegetales) ocupaba demasiado espacio.

Así fue que comenzaron a cocinarse los cereales procesados y con la innovación de la harina emergieron fuentes alimenticias más prácticas y confiables. Los marineros de Egipto, por ejemplo, preparaban un pan de mijo plano y quebradizo al que llamaban pastel dhourra, en tanto que los romanos ya habían inventado una galleta que recibía el nombre de buccellum. En el famoso libro romano de cocina, De re coquinaria, se la describe como "una pasta espera de fina harina de trigo; primero es hervida y luego extendida sobre una placa. Cuando esta se seca y endurece, se corta y es freída hasta alcanzar un estado crujiente. Sírvase con miel y pimienta".

En la antigüedad, los médicos solían considerar que los problemas de salud se debían en su mayoría a cuestiones digestivas, razón por la que aconsejaban el consumo de al menos una galleta por día, para evitar así enfermedades como la malnutrición.

Las galletitas se ablandan con el correr del tiempo a causa de la humedad que van acumulando progresivamente. Como solución a este problema, los panaderos prepararon galletas duras, que resultaban fáciles tanto de almacenar como de manipular y, además, resistentes a cambios bruscos de temperatura gracias a su dureza y sequedad. Esta utilidad para los viajes marítimos fue justamente lo que les dio el mote de galletas marineras. Al endurecerse en el horno, podían estar sin echarse a perder por largo tiempo, siempre y cuando se mantuvieran secas. En viajes largos, estas galletas llegaban a cocerse hasta cuatro veces. Y, para suavizarlas, se las sumergía en líquidos como infusiones o salmuera, o se las cocinaba directamente junto a la comida en la sartén.

En el año 1588, un buque oficial de la Marina Real Británica almacenaba diariamente una libra de galletas junto a un galón de cerveza. Durante los tiempos del reinado de la Reina Victoria, las galletas oficiales de la Marina Real se producían a máquina en el Real Taller de Avituallamientos de Clarence (ubicado en Gosport, Hampshire); incluían una estampa del monograma de la Reina acompañado de un número del horno en el cual fueron cocinadas. Estas galletas siguieron siendo una parte esencial de la dieta de los marineros de la Marina Real, siendo desplazadas parcialmente gracias a la llegada de los alimentos enlatados.

Cada país o región tiene sus propios tipos de galletas locales. Por ejemplo, en Uruguay y Argentina se las suele llamar galletitas o masitas, con la diferencia dada por el proceso de preparación usado y por el tipo de masa. Ambas formas pueden ser saladas o dulces, rellenas, simples o cubiertas.