¿Sabías que las mermeladas comerciales tienen muchos conservantes? Evitalo consumirlos preparando la tuya en tu casa con ingredientes 100% naturales.
Tiempo de Preparación: 10 Minutos
Tiempo de Cocción: 1 Horas
Tiempo Total: 1 Horas y 10 Minutos
Porciones: 1 Porciones
Si te gustan las mermeladas, hoy vamos a ver cómo conseguir una mermelada de frutilla bien deliciosa y con la consistencia adecuada. Lo bueno de las mermeladas artesanales es que no contienen conservantes agregados, lo que va a hacer que tu producto sea más saludable. Vamos a necesitar nada más que tres ingredientes:
500gr Frutillas
200gr Azúcar
30gr Jugo de Limón
¡Consejo! Tené en cuenta que mientras más gruesos sean los trocitos en los que cortes las frutillas, más espesa será la mermelada.
Cortar las frutillas primero quitándole las hojas y luego en pedazos chiquititos. Pasarlas a un bol.
Agregar el jugo de medio limón y el azúcar. Dejar reposar por una hora.
Esterilizar los frascos poniéndolos en agua hirviendo por una hora, junto con sus tapas.
Pasar las frutillas a una olla y cocinar a fuego alto hasta llegar a hervir, luego bajar a fuego medio/bajo.
Cocinar hasta llegar a la consistencia deseada (tener en cuenta que al enfriarse se va a espesar), sacar del fuego y pasar a los frascos.
¡Consejo! El único conservante de la mermelada es el azúcar, y si los frascos son sellados al vacío podrás almacenarlos por un máximo de seis meses (no es necesario refrigerar, aunque sí es recomendable que no les dé la luz solar). Una vez que los abras, es importante que los pases a la heladera.
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Galletitas.
Panes
Tostadas
Scones
También se utiliza en algunas tortas o pasteles, como el cheesecake.
En realidad, el nombre correcto de esta fruta es eterio de fragaria, aunque en España se la llame fresa y en Argentina se la llame frutilla (lo cual resulta extraño para los españoles, ya que "frutilla" vendría a ser un diminutivo de "fruta"; en ese sentido, toda fruta pequeña sería una frutilla…).
Las frutillas son muy utilizadas en la cocina. Se trata de una fruta del bosque con escasa concentración de glúcidos, lo que la vuelve apta para regímenes dietéticos. Su sabor es agradable y mayormente agrio, a excepción de ciertas especies que conservan un sabor ligeramente dulce. Pueden consumirse solas, aunque se las suele acompañar con azúcar, vino, jugo de naranja o crema de leche. También se las usa como ingrediente para batidos, licuados, helados, mermeladas, jugos y en diversos platos de pastelería como dulces, tartas y pasteles. Su color rojo vivo les da un toque especial como decoración alimenticia. El licor de fresas es una bebida alcohólica compuesta por frutillas y aguardiente.
Estas frutas tienen un contenido alto en fibra, potasio, minerales, vitamina C y ácido fólico. Se encuentra entre la gama de frutas con menor aporte calórico. Su consumo habitual contribuye a mantener la piel hidratada, evita el estreñimiento (gracias a la fibra), reduce los problemas cardiovasculares y evita enfermedades oculares (gracias a su contenido en vitamina C y sus pigmentos como la zeaxantina y la luteína).
La mermelada, ese exquisito y dulce placer que acompaña nuestras mañanas, tiene una historia tan rica y diversa como sus sabores. Su origen se remonta a la antigua Roma, donde la fruta se cocía con miel para prolongar su conservación. Sin embargo, el verdadero auge de las mermeladas se dio en la Edad Media, en pleno corazón de Europa, donde el azúcar de caña reemplazó a la miel en su preparación.
En la actualidad, la mermelada se ha convertido en un ingrediente esencial en la gastronomía de todo el mundo, adoptando los sabores y estilos de cada región. En Argentina, no hay desayuno que se precie sin una deliciosa mermelada casera, preferiblemente sobre tostadas de pan recién horneado. Aquí, las favoritas son las de durazno, membrillo y frutilla, aunque la variedad es tan extensa como la imaginación y la temporada de frutas lo permitan. Los secretos para lograr la mermelada perfecta son la paciencia, el balance de dulzura y acidez, y, por supuesto, la calidad de las frutas utilizadas.
Además de su presencia en nuestra mesa de desayuno, la mermelada también se utiliza en la repostería, como relleno de tortas y pasteles, y en la elaboración de salsas para carnes. Pero lo más sorprendente de todo es que hacer mermelada en casa es un proceso sencillo y gratificante, que permite aprovechar al máximo las frutas de temporada y crear sabores únicos. Así que si estás buscando una manera de darle un toque especial a tus desayunos o deseas adentrarte en el fascinante mundo de la repostería, te animamos a explorar las maravillas de la preparación casera de mermeladas.
Alrededor del 1500 d. C., los juglares acostumbraban a llamar la atención de sus espectadores narrando la leyenda de la mermelada. Según los registros de sus canciones, la historia trata de que durante el reinado escocés, María Estuardo (quien residió durante sus primeros años en Francia) se hallaba enferma y en reposo. Maria est malade es la frase que pronunciaban sus acompañantes, que significa "María está enferma", mientras que su médico la alimentaba con una confitura formada por la mezcla de miel y naranjas. Ese comentario iría deformándose hasta conformar la expresión "mermelada".
Porción: 1 Porción ( 100g ) | Calorias: 278kcal | Carbohidratos: 69g | Proteínas: 0.4g | Grasas: 0.1g | Grasas saturadas: 0g | Colesterol: 0mg | Sodio: 32mg | Azúcar: 49g | Fibra: 1.1g | Grasas Insaturadas: 0.1g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 8 de septiembre de 2020.
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