¿Quieres un desayuno o merienda delicioso y fácil de preparar? No te pierdas esta receta de Panqueques. Con su textura esponjosa y sabor irresistible, es el platillo perfecto para consentirte a ti mismo o sorprender a tus seres queridos. ¡Anímate a prepararlos y disfruta de su delicioso sabor en casa!
Tiempo de Preparación: 8 Minutos
Tiempo de Cocción: 10 Minutos
Tiempo Total: 18 Minutos
Porciones: 4 Panqueques
Redondos, dorados y esponjosos. Los panqueques los reconocemos en cualquier lado y todos los amamos por su adaptabilidad: pueden ser un plato dulce, salado o agridulce según lo que queramos comer.
La receta que vas a ver a continuación es de panqueques esencialmente dulces, que luego vas a poder decorar o rellenar a tu gusto. Uno de los mejores panqueques que he probado eran rellenos de dulce de leche con nueces y almendras. ¡Una delicia!
Este plato no tiene ningún secreto o truco especial, es ideal para cualquier principiante y para comer de postre, en el desayuno o durante la merienda.
120gr Harina
20gr Azúcar
12gr Polvo para Hornear
2gr Sal
240gr Leche
1 Huevo
20gr Aceite
Echar en un bol los ingredientes secos: azúcar, sal, polvo para hornear y harina. Mezclar hasta que los ingredientes queden bien dispersos.
Luego, añadir un huevo y una parte de la leche: Puede ser la mitad o ¾. Mezclar con un batidor e ir incorporando el resto de la leche de a poco, para evitar grumos. Luego, añadir el aceite.
Cuando alcancemos una mezcla homogénea, poner una sartén a fuego medio y añadir un poco de manteca hasta que se derrita y esparcirla por toda la sartén. Consejo: es importante que no evites el paso de la manteca, ya que sin ella los panqueques van a salir más planos, con menor sabor y visualmente menos llamativos. Podés usarla en cada panqueque (recomendable) o cada dos.
Echar la medida de un cucharón de la mezcla a la sartén y no mover hasta que se cocine. Cuando los bordes del panqueque se vean dorados, significa que ya podés darlo vuelta. Una vez dado vuelta, cocinar por uno o dos minutos.
¡Listo! Podés servirlos con miel, manteca, frutas, jarabe, helado o dulce de leche.
Seguramente la gran cantidad de series televisivas y películas norteamericanas que hemos visto fueron determinantes para que, en los últimos años, el consumo de panqueques en distintos países de Latinoamérica aumentara, especialmente durante el desayuno.
Pero, a pesar de que en la actualidad los asociemos con la cultura de Estados Unidos o la cultura anglosajona en general, el origen de los panqueques es previo a aquellas sociedades, e incluso tiene raíces religiosas. Según los registros históricos, el antepasado del panqueque se remonta al siglo IV o V d. C., época Cuaresmales en las que la iglesia hacía prohibitivo el consumo no sólo de la carne sino también de los huevos, el queso, la manteca o la leche.
Como el hambre puede agudizar el ingenio, quienes padecían el ayuno se las ingeniaron para dar forma a una especie de pasa hecha a partir de agua y harina de trigo, la cual era cocinada extendiéndola sobre piedras a alta temperatura y en forma de capas muy delgadas. Con el paso de los siglos, las autoridades religiosas ampliaron la dieta de la Cuaresma y dieron luz verde al consumo de lácteos y huevos, los cuales fueron incorporados rápidamente a aquella pasta de harina, dando origen a lo que hoy en día conocemos como panqueques.
Así fue que surgió la tradición de preparar pilas y pilas de panqueques para el primer martes de ayuno cuaresmal. Una vez que estaban listos, el jefe del monasterio hacía sonar una campanita y todos se sentaban a la mesa.
En aquellos tiempos medievales, se había instalado la creencia de que los tres primeros panqueques cocinados tenían valor sagrado, razón por la que eran marcados con una cruz, luego rociados con sal y finalmente apartados para ahuyentar el mal. En Francia se había instalado la costumbre de pedir un deseo mientras se los cocinaba: justo en el momento en que el panqueque giraba se debía tocar el asa de la sartén y con la otra mano sostener una moneda.
El paso del tiempo hizo que se perdieran ciertas costumbres, pero no sucedió esto con los panqueques, que perduraron en la mesa de restaurantes y familias ya que podía ser rellenado con dulces de todo tipo (dulce de leche, cremas, mermeladas, etc.) o con productos salados (verduras, fiambres, queso, paté, pescado, carne picada, etc.).
Los estadounidenses guardan gran devoción por este plato, al punto tal de que han llegado a festejar días específicos dedicados a este noble manjar. A modo de ejemplo, el Día Nacional del Panqueque de Arándanos se celebra el 28 de enero, mientras que su Día Grande del Panqueque es el 26 de septiembre.
Como sea, la primera receta oficial de panqueques en salir al público pertenece a un libro de cocina inglesa fechado en el siglo XV.
Carlos Ciuffardi fue un argentino hijo de inmigrantes italianos que creció en la localidad de Villa Gesell y formó la franquicia de producción de panqueques más importante de Argentina, no por nada fue conocido como "Carlitos, el Rey del Panqueque".
Carlitos, además de cocinero y emprendedor, fue vendedor ambulante, obrero, físicoculturista, futbolista y nadador.
Fundó locales a lo largo de Buenos Aires y sus creaciones eran únicas. Cada una de ellas recibía el nombre en honor a algún personaje famoso o poseía una combinación única de ingredientes: sus panqueques más conocidos han sido Diego Maradona, Gabriel Batistuta, Carlos Monzón, Juan Manuel Fangio, Luis Alberto Spinetta y León Giego, llegando a tener más de 50 variedades diferentes.
Se dice que el secreto de sus panqueques era añadir a la masa básica bicarbonato de sodio, pimienta y apenas un poquito de coñac.
Carlitos partió en el año 2010 a sus 76 años. Sus amigos y clientes lo recuerdan vivaz, servicial y amistoso. Su legado continuó en manos de sus hijos con la marca Lo de Carlitos.
Porción: 1 Panqueque ( 118g ) | Calorias: 223kcal | Carbohidratos: 31.8g | Proteínas: 7g | Grasas: 7.6g | Grasas saturadas: 3.4g | Colesterol: 59mg | Sodio: 557mg | Azúcar: 8.3g | Fibra: 0.8g | Grasas Insaturadas: 4.2g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 9 de marzo de 2022.
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