¿Quieres disfrutar de un desayuno o merienda delicioso y diferente? No te pierdas esta receta de Waffles. Con su textura crujiente por fuera y suave por dentro. ¡Anímate a prepararlos y disfruta de su delicioso sabor en casa!
Tiempo de Preparación: 8 Minutos
Tiempo de Cocción: 10 Minutos
Tiempo Total: 18 Minutos
Porciones: 6 Wafles
Los waffles se han convertido en un excelente alimento propio del desayuno, a pesar de que en Argentina los prefiramos en la merienda.
Hoy en día hay hasta restaurantes que se especializan en waffles, también tenemos las versiones congeladas que encontramos en los supermercados y no nos olvidemos de las waffleras eléctricas, las cuales nos permiten prepararlos en casa desde cero.
Es fácil reconocerlos: tienen una forma cuadriculada, como una rejilla, lo que permite ponerles manteca o miel y que estas no chorreen, sino que se mantengan en el mismo lugar. Los waffles que te voy a enseñar a hacer tendrán un exterior crujiente y un interior suave.
125gr Harina
4gr Polvo para Hornear
1gr Sal
25gr Azúcar
Esencia de Vainilla
240gr Leche
1 Huevo
20gr Aceite
Agregar en un bol la harina, el azúcar, el polvo para hornear y la sal. Mezclar hasta que los ingredientes queden dispersos.
Para evitar grumos, añadir sólo la mitad de la leche o ¾ parte. Agregar un huevo y el aceite. Batir.
Incorporar de a poco el resto de la leche y la esencia de vainilla. Continuar batiendo.
Conectar la wafflera y rociarla con aceite en aerosol. Echar la mezcla sobre la wafflera cuando esté en la temperatura adecuada.
¡Listo! Podés servirlos con jarabe, miel, salsa de chocolate, dulce de leche, frutas o helado de crema americana. ¡Disfrutalos!
La palabra "waffle", así como "wafers" (oblea), provienen de un mismo término del alemán antiguo: wafel, que a su vez se relaciona con los significados "panal de abeja" y "tejido", que se relacionarían con la forma de cuadrícula que el waffle posee en la actualidad.
La iglesia usaba las obleas a modo de hostias. Durante la Edad Media, eran los monasterios los encargados de hornearlas para que luego fueran consagradas y transformadas en hostias. Las obleas eran uno de los alimentos permitidos para que los monjes pudieran comer durante los momentos de ayuno religioso. Con el paso del tiempo, tiendas seculares como las panaderías comenzaron a producir obleas de mayor tamaño y con diseños más vistosos y elaborados.
En el Medioevo, el wafel alemán se transformó en el gaufre francés, que luego derivó en las gaufrette, unas obleas a modo de galletita rellenas con alguna clase de crema, generalmente chocolate. El gaufre también pasó a ser llamado gofre, otro nombre con el que llaman al waffle.
Originalmente, los waffles de la cocina medieval se elaboraban en moldes de hierro pesado. Los hierros que se empleaban para hacer waffles consistían en dos placas metálicas (llamadas wafer) pesadas que se conectaban con anillos y se portaban en una especie de brazos de madera. Algunos de ellos tenían los diseños del propietario grabado en sus placas, como así también blasones o paisajes a diferencia del diseño de panal de abeja que da forma de rejilla al waffle moderno.
La popularidad de la que gozan hoy en día los waffles proviene de Estados Unidos. Los inmigrantes ingleses que se embarcaron a bordo del barco Mayflower trajeron consigo la receta de waffles holandeses (ya que se habían asentado temporalmente en Holanda) a Norteamérica en el año 1620. No obstante, fue en 1789 que Thomas Jefferson regresó de Francia con la que sería la primera plancha de waffles en América (incluyendo el clásico diseño de cuadrícula).
Este increíble éxito del waffle se dio en el año 1960, cuando el belga Maurice Vermersch instaló la moda de servirlos con crema y otros tantos ingredientes dulces como el sirope o el chocolate. Su aceptación popular fue tal que, en el año 1964, Vermersch se muda a Nueva York para hacer conocido su producto bajo el nombre de "waffle belga", adquiriendo una fama que continúa vigente hasta hoy.
La importancia de los waffles es tanta en el mundo que llegó a dejar su huella incluso en el mundo de los deportes, literalmente. La historia cuenta que en 1971, un entrenador llamado Bill Bowerman (¿te suena?) notó que sus corredores no estaban cómodos con el calzado, problema que les afectaba en su rendimiento como atletas. Así fue que Bowerman, en sus ratos libres, intentó aplicar nuevos materiales para hacer más ligero el impacto contra el suelo en el trote.
Cierto día observó la plancha de acero con la que su esposa, Barbara Bowerman, preparaba Waffles y se dispuso a experimentar vertiendo caucho líquido en ella. El resultado fue una suela que adhirió a la planta de unas zapatillas, obteniendo así un calzado ligero y de buena tracción.
Estos prototipos fueron exitosos entre sus atletas, dando origen a una de las marcas más conocidas en el ámbito del deporte a nivel mundial, ya que Bowerman se convertiría en cofundador de dicha empresa, a la que pusieron el nombre de una diosa griega: Nike.
Porción: 1 Wafle ( 79g ) | Calorias: 154kcal | Carbohidratos: 22.3g | Proteínas: 4.7g | Grasas: 5g | Grasas saturadas: 2.2g | Colesterol: 39.3mg | Sodio: 166mg | Azúcar: 6.3g | Fibra: 0.6g | Grasas Insaturadas: 2.8g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 6 de abril de 2022.
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