¡El mejor desayuno! Bien simples de preparar, ya que se hacen partiendo de una masa similar a la de panqueques que nunca falla.
Tiempo de Preparación: 10 Minutos
Tiempo de Cocción: 10 Minutos
Tiempo Total: 20 Minutos
Porciones: 4 Aros
¡Démosle un cambio a tu desayuno! El desayuno es una de las comidas más importantes del día, ya que nos brinda la mayor parte de los nutrientes a primera hora. Si siempre desayunás lo mismo, hoy podés hacer un cambio. Esta receta contiene ingredientes muy nutritivos que nunca deben faltar en el desayuno: huevo, avena y fruta.
1 Manzana
60 g Avena Molida (o Harina Integral)
1 Huevo
Leche c/n
15gr Azúcar
Pelar, sacar el corazón de las manzanas y cortarla en aros. Reservar.
En una procesadora agregar la avena y procesarla hasta llegar a una harina fina. Pasarla a un bol.
Agregar el huevo, el azúcar y leche hasta llegar a una masa espesa.
Poner una sartén en fuego medio, agregar manteca y cocinar las rodajas de manzanas pasándolas primero por la anterior preparación.
Sacar de la sartén y pasar a un papel secante.
Esta fruta es rica en pectina, una fibra soluble cuya acción disminuye la absorción de las grasas que provienen de la alimentación, como los triglicéridos y el colesterol, que inciden en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, el infarto de miocardio y el derrame cerebral.
La manzana contiene polifenoles, que tienen una acción antioxidante que protege las células beta del páncreas del posible daño oxidativo, las cuales manejan la producción de insulina, hormona que mantiene el equilibrio de glucosa en sangre, siendo útil para la prevención y tratamiento de la diabetes.
Además de este beneficio, la manzana resulta rica en fibras que sirven para que el azúcar de otros alimentos se absorba con menos velocidad, contribuyendo así en el control de la glucemia.
Las manzanas tienen un bajo aporte calórico, además de resultar ricas en agua y fibras, ayudando al aumento de la sensación de saciedad por un tiempo más prolongado, reduciendo el apetito, lo que las vuelve beneficiosas para quienes necesiten aplicar dietas hipocalóricas.
Esta fruta contiene celulosa, ligninas, hemicelulosa y pectinas, que son fibras que aumentan la absorción de agua en el tracto intestinal, ayudando a los problemas de estreñimiento.
Asimismo, una fibra prebiótica de esta fruta, la pectina, sirve de alimento para las bacterias benéficas de nuestro intestino, volviéndose necesarias para mantener la salud intestinal y reforzar el sistema inmunológico.
El potasio, presente en la manzana, es un mineral que facilita la eliminación de los excesos de sodio en el organismo a través de la orina, favoreciendo de esta manera el equilibrio de la presión arterial.
Además, los antioxidantes de la manzana también son convenientes para mantener saludables las arterias y mejorar la circulación de la sangre, previniendo la hipertensión arterial.
Las fibras de esta noble fruta, especialmente la pectina, alivian los dolores de estómago y la gastritis, ayudando también al tratamiento de las úlceras gástricas, ya que forman un gel que logra proteger el revestimiento del estómago.
Del mismo modo, los carotenoides y las catequinas presentes en la manzana poseen también propiedades antimicrobianas, pudiendo combatir la Helicobacter pylori, una bacteria responsable de la úlcera, de la gastritis y del cáncer de estómago.
La manzana contiene polifenoles cuya acción antiinflamatoria y antioxidante reduce el daño celular producido por los radicales libres, lo cual puede prevenir diversos tipos de cáncer, como el de mama, de pulmón y de colon.
El ácido málico presente en la manzana aumenta la producción de saliva, lo que disminuye la proliferación de bacterias que son responsables de la formación de la placa que provoca la caries dental.
Flavonoides propios de la manzana, como la quercetina, sirven para proteger las células del sistema nervioso central y evitan la inflamación del cerebro, mejorando la capacidad de la memoria y previniendo enfermedades cerebrales, como la demencia senil y el Alzheimer.
Por ser rica en antioxidantes, esta fruta resulta una excelente opción para evitar daños causados en la piel por radicales libres, previniendo las arrugas y la flacidez.
Las buenas cantidades de flavonoides y de carotenoides, compuestos con acción antiinflamatoria y antioxidante, ayudan a proteger y mejorar las funciones de células del sistema inmunológico contra infecciones y prevenir así enfermedades, como los resfriados y la gripe.
La quercetina actúa evitando la oxidación e inflamación de los órganos respiratorios, ayudando a prevenir enfermedades como bronquitis, asma y rinitis.
Porción: 1 Aro ( 56g ) | Calorias: 104kcal | Carbohidratos: 18.5g | Proteínas: 3.5g | Grasas: 1.8g | Grasas saturadas: 0.5g | Colesterol: 56mg | Sodio: 19mg | Azúcar: 6.2g | Fibra: 0.9g | Grasas Insaturadas: 1.3g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 26 de noviembre de 2020.
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