¿Quieres probar un postre diferente y delicioso? Entonces no te pierdas la receta de Budín de Maracuyá, una opción fresca y frutal para disfrutar en cualquier momento. Con ingredientes simples y fáciles de conseguir, podrás preparar un postre que sorprenderá a todos!
Tiempo de Preparación: 15 Minutos
Tiempo de Cocción: 45 Minutos
Tiempo Total: 1 Horas
Porciones: 10 Porciones
Oh, el budín. Un clásico que nunca falla, ¿cierto? Un buen amigo que está presente siempre en la mesa de Navidad o de fin de año.
Comparte algo con el flan y es que se ha mantenido como un postre familiero que pasa de generación en generación.
Hay muchísimas variantes del budín. En mi canal podrás encontrar varias. La que te traigo hoy es muy, muy particular y poco habitual. Una excelente opción para darle una sorpresa a tus invitados.
Como Hacer Budín de Maracuyá
110gr Manteca
200gr Azúcar
2 Huevos
130gr Jugo de Maracuyá
250gr Harina
6gr Polvo para Hornear
Jugo de Maracuyá
1 Maracuyá
200gr Agua
Glasé
150gr Azúcar Impalpable o Glas
Jugo de Maracuyá
Cortar la maracuyá en una tabla y volcar su interior en un bol. Luego, introducir en una licuadora junto al agua. Licuar entre 3 y 4 minutos.
Colar el jugo en otro recipiente y separar las semillas. Reservar tanto el jugo como las semillas (no desecharlas).
Tomar el molde para el budín, enmantecarlo y enharinarlo. Reservar el molde en el freezer.
En un bol, añadir la manteca a temperatura ambiente junto con el azúcar. Batir bien por varios minutos. Luego, agregar los huevos de a uno. Ir batiendo entre cada vez.
Añadir el harina y el polvo para hornear, preferentemente por medio de un tamiz. Agregar una cucharadita de las semillas de maracuyá. Batir bien ayudándose de una espátula para que no quede harina sin mezclar en los bordes.
Una vez integrador los ingredientes, volcar la preparación en el molde. Golpear ligeramente el molde sobre una base para emparejar y evitar que queden huecos de aire en el interior. Llevar al horno a 180º por entre 45 y 50 minutos.
Una vez pasado el tiempo del horneado, sacar el budín y dejar enfriar a temperatura ambiente por alrededor de una hora.
Para el glaseado, volcar el azúcar impalpable en un bol y añadirle un poco del jugo de maracuyá. Revolver bien. Rectificar en caso de ser necesario hasta obtener una consistencia espesa.
Volcar el glaseado sobre la superficie del budín. De ser necesario, ayudarse con algún utensilio. Dejar secar por unas horas hasta que endurezca el glaseado y ya estará listo para comer.
Pudding es el término con el que el budín es conocido en su idioma originario. Llamado también pudín o pudin, se trata de una preparación culinaria que en la mayoría de los casos se elabora con huevos, harina y otros ingredientes (como puede ser la leche).
Mayormente, los budines son dulces y tienen la versatilidad de poder llevar ingredientes varios como frutas, frutos secos o chocolate. Sin embargo, no debe dejar de atenderse el hecho de que existan, también, los budines salados. Estos tienen una preparación similar aunque con diferentes ingredientes.
A modo de ejemplo, pensemos en el budín de pan. Como es sabido, se trata de un plato popularizado en muchos países y elaborado a base de huevos, pan añejo, leche y algunas especias (vainilla o canela son algunas de las que se utilizan con más frecuencia). Dependiendo de la cultura que observemos, se sirve acompañado de caramelo, crema pastelera o dulce de leche.
Por el contrario, el budín de zanahoria se adapta a las preferencias ya que puede ser dulce o salado. Otro budín popular es el de chocolate, el cual puede servirse frío o recién horneado. Podrás encontrar la receta de ambos y de muchos budines más en mi página o en mi canal de YouTube.
Según su preparación, el budín puede resultar bastante parecido a las tortas, tanto por sus diferentes modos de cocinarse como por la amplia variedad de ingredientes que pueden contener. Sin embargo, las tortas conservan su reconocible forma, plana y redonda, y la histórica costumbre de servirse en eventos especiales. El budín, en cambio, puede servirse tanto como merienda o desayuno como de postre.
Debemos tener en cuenta lo siguiente: el pudding, para los británicos, puede hacer referencia a distintas recetas, prácticamente a cualquiera que se prepare al vapor o hervida, en un bol, como embutido o envuelta en un paño. Para ellos, el pudding no consiste tanto en una receta sino, más bien, en un modo de preparación.
En su origen, este postre apareció en escena como una forma de sacar provecho el pan añejo, el cual podía mezclarse con leche y otros ingredientes como huevos, manteca, frutas, sémola, frutos secos o arroz. Todo se ataba a las condiciones económicas de las familias que lo preparaban. Sin embargo, es claro que las clases menos pudientes fueron las que abrazaron la receta, ya que les daba la posibilidad de reutilizar el pan sobrante, el cual era la comida más accesible para su clase, además de que un budín rendía varias porciones, lo que lo hacía adecuado para una familia numerosa.
En los inicios, el pan se introducía en remojo durante horas, habitualmente durante el transcurso de la noche para que en la mañana fuese secado y mezclado con el resto de los ingredientes. Lista la masa, se envolvía en una servilleta o paño, se la cocía a baño María y se la ingería caliente. El paso del tiempo trajo consigo el horno, los moldes para budines y, de esta manera, el budín se convirtió en un plato más sofisticado.
Inglaterra mantiene el título tanto de creadora como de reina de los budines. Ya en 1596, el libro The Good Housewife’s Jewel, escrito por Thomas Dalton, incluía recetas varias de budines dulces como así también salados. En la actualidad podría asegurarse que cada región de Reino Unido tiene un budín particular característico. El syllabub, por ejemplo, es una versión heredada de la Edad Media que se caracteriza por la presencia de vino blanco y de jugo de limón; el spotted dick se hace a base de grosellas y pasas, mientras que el plum duff se prepara enrollándolo e incluye ciruelas.
Pero tanto se ha expandido su consumo que podríamos considerarlo patrimonio de la humanidad. En naciones germánicas, por ejemplo, se prepara una variante con harina de papa, almendras y canela, llamada Stärkepudding. Otras naciones asiáticas, como Hong Kong, han tenido una notable influencia inglesa, preparando variedades con crema de vainilla; Malasia es otro caso en donde se lo prepara con pan y crema pastelera.
Porción: 1 Porción ( 116g ) | Calorias: 337kcal | Carbohidratos: 57.3g | Proteínas: 4.4g | Grasas: 10.6g | Grasas saturadas: 6.1g | Colesterol: 68.4mg | Sodio: 84mg | Azúcar: 36.6g | Fibra: 2g | Grasas Insaturadas: 4.5g | Grasas Trans: 0.4g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 28 de septiembre de 2022.
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