Te voy a mostrar los trucos para que la crema de café que prepares te salga siempre bien y exactamente como vos la quieras. ¡Decora cualquier bebida con ella!
Tiempo de Preparación: 5 Minutos
Tiempo Total: 5 Minutos
Porciones: 1 Porciones
¿Sabías que podés preparar una crema con sabor a café? Vas a obtener una cremosidad cercana al chantilly, pero con un sabor fuerte e intenso. Quizá no te aconsejaría comerla a cucharadas sola, pero sí usarla como ingrediente para otras recetas. Para que veas lo fácil y rápido que se hace, te cuento que necesitarás sólo tres ingredientes y se hace en dos pasos.
20gr Café Instantáneo
60gr Azúcar
70ml Agua Fría
En un bol agregar el café instantáneo, el azúcar y el agua. Batir hasta que tome cuerpo removiendo luego los bordes con una espátula para que no quede mezcla sin integrar.
Pasar a una manga con un pico y decorar lo que más queramos.
El origen de la crema de leche se orienta al siglo XVII, cuando deja de ser utilizada por los cocineros de la corte de Franca para hacer manteca y se la comienza a apreciar por su ligereza y untuosidad.
Ya para el siglo XX pasó a convertirse en el ingrediente básico de las cocinas.
La crema de leche requiere de una consistencia líquida más o menos viscosa. El principal de sus nutrientes es la grasa y, dependiendo de las cantidades que contenga, será entonces una crema doble (cuando contiene más del 50 %), apta para batir (si tiene entre el 30 % y el 50 %) o sólo apta para cocinar (cuando no supera el 20 % de grasa).
Es importante no confundir la crema de leche con la crema chantilly. La principal diferencia es que esta última contiene un toque de vainilla y generalmente azúcar impalpable, por lo que resulta más dulce.
La historia del café y de la extensión de su cultivo como una de las bebidas que más se consume en el mundo resulta muy atractiva y nos dirige hacia el siglo XIII, aunque el origen certero del café aún está en discusión.
Muchas son las historias y los mitos que se narran sobre el origen de esta infusión tan conocida a nivel mundial. Se asume que fueron los antepasados etíopes los primeros en descubrir y reconocer los grandes beneficios de los granos de la planta de café, como por ejemplo el efecto energizante que brinda. No obstante, hasta el momento no se han hallado pruebas concretas que indiquen con especificidad en qué sector de África empezó a cultivarse la planta. El hecho de que previo al siglo XVII no existieran los registros escritos dificulta la tarea.
Una de las más famosas y divertidas leyendas cuenta que fue un pastor de cabras el que descubrió los beneficios energizantes de los granos de su planta.
Kaldi, llamado así, estaba sacando a pastar sus cabras por las laderas de Kaffa (Abisinia). Estas se extraviaron y terminaron más lejos de donde solían pastar. Kaldi notó que sus cabras se encontraban en un estado de agitación un poco extraño y especuló que la causa podría deberse a lo que estaban comiendo en aquel momento. De esta forma, tomó la decisión de probar él mismo aquellos frutos.
Tras ingerirlos, Kaldi comenzó a percibir cierta inquietud en su cuerpo y se dispuso a contarlo en la mezquita de su pueblo. De esta manera, se empezó a utilizar estos frutos en forma de infusión, para lograr así que la gente se mantuviera despierta en los momentos de la oración nocturna.
La palabra café significa en árabe "estimulante". La bebida procede de Etiopía, donde el café es cultura y leyenda. Llegó a los países árabes con velocidad, donde la primera persona que lo describió fue Léonard Rauwolf en 1583.
Su expansión en el mundo islámico ocurrió en una época en la que estaban presentes los conflictos con la prohibición del alcohol en aquellos países debido a motivos religiosos. Por lo que, tras la llegada de esta bebida, proliferaron las primeras cafeterías que se transformaron en un punto de reunión para intelectuales, principalmente letrados y filósofos.
Luego de este acontecimiento, el café empezó a popularizarse y a exportarse, llevando su consumo a Europa. Algunos sacerdotes católicos lo asociaron a una invención de Lucifer, ya que lo veían como posible sustituto del vino. Su consumo por los católicos no fue aceptado hasta que el papa Clemente VIII probó la infusión y la bautizó.
En el oeste y sur de Europa se observó una tolerancia mayor y en la década de 1650 comenzaron las grandes exportaciones a Inglaterra, cambiando así la historia del café en el mundo.
Porción: 1 Porción ( 100g ) | Calorias: 116kcal | Carbohidratos: 30g | Proteínas: 0g | Grasas: 0g | Grasas saturadas: 0g | Colesterol: 0mg | Sodio: 1mg | Azúcar: 30g | Fibra: 0g | Grasas Insaturadas: 0g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 16 de febrero de 2021.
Seguime en Youtube totalmente gratis y no te pierdas ninguna de mis recetas.
¡Hay una nueva todas las semanas!
Deja tu comentario
Califica
0 Comentarios