Aprende Como Hacer Tarta de Dulce de Leche y Chocolate Facil, ideal para los fanaticos del chocolate y dulce de leche. Una tarta que tenes que aprender a preparar!
Tiempo de Preparación: 15 Minutos
Tiempo de Cocción: 30 Minutos
Tiempo Total: 45 Minutos
Porciones: 10 Porciones
¡Esta tarta es tu pasaje de ida al corazón de tus invitados! Una combinación de la suave textura del coco junto a uno de los mejores ingredientes de la pastelería sudamericana: el dulce de leche. Ideal para los amantes de lo dulce y del buen comer. De una manera fácil y rápida vas a tener en tu mesa una de las mejores tartas dulces que hayas probado.
Tarta
150gr Harina 0000
30gr Harina de Almendras
30gr Cacao Amargo
50gr Azúcar Impalpable
2gr Sal
110gr Manteca
Esencia de Vainilla
1 Huevo
Relleno
400gr Dulce de Leche
125gr Crema de Leche
125gr Chocolate
Agregar en un bol la manteca a temperatura ambiente y el azúcar. Integrar hasta llegar a una consistencia cremosa.
Agregar esencia de vainilla y un huevo, batir.
Agregar la harina y el polvo para hornear, preferentemente sobre un tamiz. Agregar la sal e integrar.
Bajar a la mesada y terminar de combinar la masa con la técnica de fresado. (Explicada en el video)
Enfilmar y reservar en la heladera por una hora.
En un bol agregar el coco rallado, el azúcar, la crema y los huevos. Integrar con una cuchara. Reservar.
Desenfilmar la masa, romperla y volverla a unir. Estirarla con un palo de amasar echando harina por debajo y por arriba hasta llegar al tamaño de la tartera que vayamos a usar.
Pasar la masa al molde y buscar que este totalmente en contacto con el fondo, cortar el excedente de los bordes con un palo de amasar.
Llevar al horno a 180° por 10 minutos.
Rellenar con dulce de leche repostero y por arriba con la preparación de coco.
Llevar al horno a 180° por 20 minutos o hasta que quede dorado.
Se presume, según palabras del historiador Rodolfo Terragno, que esta combinación de leche y azúcar ha estado presente en muchas culturas antiguas. En el Ayurveda, por ejemplo, se menciona el rabadi con fines medicinales para la prevención de posibles enfermedades. Su postre correspondiente del subcontinente indio sería el rabri. No obstante, tanto uno como otro se encuentran dentro del abanico de subproductos lácteos, y estrictamente ninguno de ellos es el dulce de leche americano, puesto que el rabri y el rabadi tienen consistencia blanca y de un color más claro que los aproxima al yogurt, mientras que el khoya tiene consistencia de mayor dureza que la del dulce de leche y se asemeja a la ricota. En el libro La comida en la historia argentina, su autor e historiador argentino Daniel Balmaceda analiza el origen del dulce de leche en la zona de Indonesia, y luego sería enviado a las Filipinas cerca del siglo VI. Al ser conquistadas en 1565 por la Corona Española, la receta llegaría tanto a Iberia como a las colonias de América.
Fue Víctor Ego Ducrot, un historiador argentino, quien manifestó en 1998 que el dulce de leche tuvo sus comienzos en la Capitanía General de Chile, y de allí llegó a Cuyo para arribar a Tucumán, donde la receta empezaría a utilizarse a modo de relleno para alfajores y, prontamente, llegaría a Buenos Aires. Existe otra fuente que explicaría el dulce de leche como patrimonio chileno (conocido como aquellas tierras como manjar) proporcionada por Patricio Boyle, arquitecto argentino, durante el Seminario de Patrimonio Agroindustrial que se realizó por primera vez en Mendoza: un libro presentado como Gasto y las Entregas del mismo Colegio de Mendoza que registra múltiples frascos de "manjar" importados entre 1693 y 1712 desde la cordillera de los Andes hasta Mendoza.
Por otro lado, en el Museo Histórico Nacional de Argentina se conserva un documento que registra en 1829 la invención del dulce de leche, en aquella jornada en la que Juan Lavalle y Juan Manuel de Rosas concertaron la firma del Pacto de Cañuelas. Lavalle, sintiéndose cansado, se dispondría a recostarse en el catre de Rosas. Mientras, la criada de Rosas estaría preparando una lechada (una mezcla de azúcar y leche que se consumía con frecuencia en la merienda como acompañamiento del mate en aquellas épocas). Al ver a Lavalle en semejante acto, lo consideró una insolencia y dio aviso a su patrón y a sus guardias. Rosas, al contrario de lo esperado, no se enojaría con Lavalle. Lo sorprendente es que durante todo este tiempo, la criada de Rosas olvidaría al fuego su lechada. A su regreso, encontraría una sustancia como la del actual dulce de leche: espesa, homogénea y de color marrón. Rosas y Lavalle quedarían fascinados por el nuevo sabor de aquella mezcla que la consumirían durante la discusión de los acuerdos del pacto.
No obstante, el historiador Ducrot indica en uno de sus libros que aquella anécdota que involucra a Lavalle y Rosas no es legítima, sino que responde a una deformación y mistificación de un hecho ocurrido en Chile doce años atrás. El manjar, después del arribo del Ejército de los Andes, se transportaría hacia el Río de La Plata y al Perú, siendo su principal difusor José de San Martín, que habría quedado fascinado al probar el manjar que le ofrecerían al pedir algo dulce para acompañar su mate, tan así que llevaría con él muchos frascos para sus hombres en su Expedición Libertadora del Perú y también en su retorno al Río de La Plata, en donde difundiría la receta de este postre.
Porción: 1 Porción ( 108g ) | Calorias: 289kcal | Carbohidratos: 30.6g | Proteínas: 5.6g | Grasas: 16.8g | Grasas saturadas: 10.2g | Colesterol: 57.3mg | Sodio: 113mg | Azúcar: 13.2g | Fibra: 2.4g | Grasas Insaturadas: 6.6g | Grasas Trans: 0.4g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 17 de septiembre de 2020.
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