Nada más dulce y tentador que un ganache de chocolate sobre dulce de leche. Esta es una tarta que una vez que la preparas no te la van a dejar de pedir, ideal para los fanáticos del chocolate.
Tiempo de Preparación: 15 Minutos
Tiempo de Cocción: 15 Minutos
Tiempo Total: 30 Minutos
Porciones: 10 Porciones
¡Esta tarta te va a volar la cabeza! Porque mezcla dos de los mejores ingredientes que hay en los platos dulces: el chocolate y el dulce de leche. Perfecto para los fanáticos de uno y otro, o para los apasionados por lo dulce. Una obra de arte de la repostería que va a dejar a tus invitados con ganas de repetir.
Tarta
125gr Manteca
90gr Azúcar
1 Huevo
Ralladura de Limón
Esencia de Vainilla
250gr Harina
30gr Cacao
Relleno
250gr Dulce de Leche
150gr Coco Rallado
100gr Azúcar
100gr Crema de Leche
2 Huevos
En un bol agregar la harina, el cacao y el azúcar en polvo, preferentemente sobre un tamiz. Agregar la harina de almendras y la sal. Mezclar.
Agregar la manteca bien fría cortada en cuadraditos chiquitos y batir por aproximadamente 10 minutos.
Agregar el huevo y la esencia de vainilla, integrar.
Bajar a la mesada y terminarlo de unir usando la técnica de fresado. (Explicada en detalle en el video)
Enfilmar y llevar a la heladera por 30 minutos.
Desenfilmar, romper y volver a unir.
Estirar la masa con un palo de amasar, siempre echando harina por debajo y por arriba para evitar que se pegue.
Poner sobre el molde y acomodar para que toda la masa esté en contacto con el fondo.
Cortar el excedente con el palo de amasar.
Pinchar con un tenedor la base, cubrir con papel aluminio y completar con sal gruesa. Esto para que haga peso y evitar que la tarta se levante durante el horneado.
Llevar al horno a 180° por entre 12 a 15 minutos.
Sacar el papel aluminio junto con la sal y volver a llevar al horno por 15 minutos más.
Completar con dulce de leche la tarta.
En un bol agregar la crema, calentar al microondas por un minuto o hasta que hierva y agregarle por arriba el chocolate cortado en trozos pequeños.
Dejar derretir un minuto y luego batir hasta integrarlo completamente.
Volcar nuestro ganache sobre la tarta con dulce de leche y dejar enfriar.
Existen distintas historias que intentan encontrar el origen de este manjar:
Se presume, según el historiador Rodolfo Terragno, que esta mezcla ha estado presente en diferentes culturas antiguas. Por ejemplo, en el Ayurveda es mencionado como rabadi y tiene fines medicinales para evitar posibles enfermedades. En el subcontinente indio actual correspondería a un postre llamado rabri. Sin embargo, ambos pertenecen a la gama de subproductos lácteos, y ninguno de ellos es estrictamente el dulce de leche de América, ya que el rabadi y el rabri tienen una consistencia blanda y de color claro que lo asemeja al yogurt, y el khoya tiene una consistencia mucho más dura y es similar a la ricota. Daniel Balmaceda, historiador argentino y autor, ubica los orígenes del dulce de leche en Indonesia, y sería llevado a las Filipinas alrededor del siglo VI. Tras ser conquistadas por la Corona Española en 1565, los españoles llevarían esta receta a la península ibérica y a las colonias americanas.
Víctor Ego Ducrot, historiador argentino, afirmó en 1998 que la historia del dulce de leche comenzó en la Capitanía General de Chile y luego se expandió a otras regiones de Argentina. Otra fuente que explicaría el origen chileno del dulce de leche (conocido en Chile como manjar) es la que proporcionó el arquitecto argentino Patricio Boyle durante un Seminario de Patrimonio Agroindustrial hecho en Mendoza: presentó un libro de Gasto y las Entregas del Colegio de Mendoza que registra la importación de múltiples frascos de "manjar" desde la cordillera hasta Mendoza entre 1693 y 1712. Brasil ha presentado un relato que describe la producción del dulce de leche que data de 1773 en el estado de Minas Gerais.
Por otra parte, el Museo Histórico Nacional de Argentina resguarda un documento que data la invención del dulce de leche en 1829, precisamente en la jornada en que Juan Manuel de Rosas y su primo y enemigo, Juan Lavalle, se reunirían a firmar el Pacto de Cañuelas en las afueras de Buenos Aires. Lavalle, cansado, se recostaría a dormir en el catre de Rosas mientras la criada de este preparaba una lechada (mezcla de leche y azúcar que se consumía durante la merienda a modo de acompañamiento con el mate en aquella época). Asombrada y considerando una insolencia el acto de Lavalle, la criada dio aviso a los guardias y a su patrón que, al llegar más tarde, no se enfadaría con el hecho. Pero durante ese tiempo, la empleada de Rosas habría olvidado la lechada al fuego. Al regresar a buscarla, se encontraría con una sustancia homogénea, espesa y de color marrón. Tanto Rosas como Lavalle quedarían fascinados por el sabor de este nuevo postre y lo consumirían durante la discusión de los puntos del pacto.
Sin embargo, Ducrot señala en su libro sobre la gastronomía argentina, Los sabores de la patria: las intrigas de la historia argentina contadas desde la mesa y la cocina (1998), que la anécdota de Rosas y Lavalle es más bien una deformación derivada de un evento ocurrido doce años atrás en Chile. El manjar chileno, luego de la llegada del Ejército de los Andes, sería transportado al Río de La Plata y a Perú y su principal difusor sería José de San Martín. Tras la necesidad de acompañar su mate con algo dulce, le darían a probar el manjar, con lo que quedaría fascinado por lo que se llevaría varios frascos para él y sus hombres a la Expedición Libertadora del Perú, y en su retorno traería al Río de La Plata la receta de este amado postre.
Porción: 1 Porción ( 127g ) | Calorias: 372kcal | Carbohidratos: 43.4g | Proteínas: 7.2g | Grasas: 19.9g | Grasas saturadas: 13.1g | Colesterol: 101.9mg | Sodio: 43mg | Azúcar: 21.5g | Fibra: 3g | Grasas Insaturadas: 6.8g | Grasas Trans: 0.4g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 8 de octubre de 2020.
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