Este budín de coco y caramelo te va a encantar por el contraste de sabores, además de que es mucho más simple de hacer de lo que crees. ¿Coco y dulce de leche? ¡Allá vamos!
Tiempo de Preparación: 10 Minutos
Tiempo de Cocción: 45 Minutos
Tiempo Total: 55 Minutos
Porciones: 10 Porciones
El budín es ese postre que nunca pasa de moda. Se ganó el lugar de plato tradicional de las fiestas de Navidad y Año Nuevo ya que es especial para compartir en reuniones de varios invitados.
Se trata de un postre que permite infinitas combinaciones de ingredientes. La que hoy vamos a ver es la de coco y dulce de leche, que va a darle un contraste de sabores alucinante.
Si querés conocer otras variantes del budín, no dudes en explorar mi canal de cocina. Si hay alguna receta que te interese especialmente, hacémelo saber. Ahora, pongamos manos a la obra para hacer este delicioso budín. ¡Va a ser muy fácil!
3 Huevos
150gr Azúcar
100gr Coco Rallado
90gr Aceite
240gr Harina
5gr Polvo para Hornear
150gr Dulce de Leche
Enmantecar y enharinar la budinera, reservar en el freezer.
En un bol romper los 3 huevos, batir hasta que tome volumen, agregar el azúcar y continuar batiendo por varios minutos.
Agregar el coco rallado y luego en un tamiz, si tienen, la harina y el polvo para hornear. Integrar todo.
Si queda una mezcla muy pesada pueden agregar leche para que quede más líquido.
Volcar en el molde, poner dulce de leche por arriba y llevar al horno a 180° por 45 minutos.
El budín es un alimento con una larga historia. El primero, el original, fue el budín de pan (bread pudding en su idioma original). Muchas culturas de las épocas más antiguas han buscado la manera de no desechar el pan duro, lo que dio lugar a la invención de platos dulces y salados diversos que permitían aprovecharlo (espesantes, rellenos, etc.). Inglaterra fue la madre de este glorioso postre de la mano de las familias de baja clase social, debido a que eran integrantes numerosos y necesitaban aprovechar al máximo la comida de la forma que más rindiera.
El budín pasó de tener un origen humilde a tener el lujoso aspecto con el que lo conocemos en la actualidad. Ahora es posible emplear pan fresco en lugar de pan duro, y en algunos casos llegan a utilizarse panes gourmet, como puede ser el brioche.
A medida que fue transcurriendo el tiempo aparecieron interesantes ingredientes que fueron añadiéndose a su preparación, tales como frutos secos, queso gruyere, salsas, vainas de vainilla y la cobertura de glaseado.
La palabra con la que hacemos referencia en el español a este producto, budín, deriva del término francés boudin. A su vez, aquel término deriva del latín botellus, que significa literalmente "embutido" debido a la forma de envoltorio con la que se acostumbraba a presentarlos. Este alimento también es conocido en el español como pudín, término más semejante al de su origen inglés: pudding.
La historia del budín y la Navidad es realmente interesante. Resulta que proviene de una solicitud del rey Jorge I, quien en su primera Navidad en Inglaterra pidió que le sirvieran a modo de celebración en su fiesta real de 1714 un budín de ciruelas.
Este evento le daría la fama por la que pasarían a reconocerlo como Pudding King, que significa "rey budín". Incluso existen minuciosos registros como el Pudding Book de May Byron en los que se menciona el momento exacto en el que el rey budín probó por primera vez el alimento que lo representaría durante su reinado: las 06:00 pm. del 25 de diciembre de 1714.
De esta manera, el rey se coronó como el introductor de la tradicional unión entre el budín y la Navidad en el Reino Unido, costumbre que se extendería a todo Occidente prácticamente.
Cómo el budín llegó a ser prohibido en su tierra de origen
Cuando Oliver Cromwell se convirtió en líder político y militar de Inglaterra, este tomó la decisión de prohibir la preparación y consumo del budín. Cromwell era un protestante del puritanismo, por lo que asumió que Inglaterra debía "barrer" las costumbres católicas. Así fue como comenzó a adoptar el rol de tirano frente a toda práctica relacionada con el catolicismo. Para él, la Pascua y la Navidad eran festividades que debían purgarse ya que incitaban a los pecados.
Fue así que impuso la prohibición de la Navidad y de cualquier hábito asociado a esa festividad. Esto incluía la abolición de platos tradicionales, lo que llevó a que el budín fuera declarado ilegal. Bastaba que cualquier persona fuese descubierta comiendo o preparando aquel postre popular para recibir una multa o, en el peor de los casos, una estadía en prisión.
La prohibición de la Navidad desencadenó un descontento popular masivo el cual dio origen a protestas sociales varias que fueron conocidas como Plum Pudding Riots. A pesar de todo, la Navidad continuó festejándose de manera secreta hasta el año 1660, cuando sería restaurada a pedido del rey Carlos II.
Porción: 1 Porción ( 91g ) | Calorias: 295kcal | Carbohidratos: 35.6g | Proteínas: 5.6g | Grasas: 14.7g | Grasas saturadas: 8.1g | Colesterol: 67.9mg | Sodio: 85mg | Azúcar: 16.6g | Fibra: 1.5g | Grasas Insaturadas: 6.5g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 8 de septiembre de 2021.
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