Si te gusta el queso crema te recomiendo aprender a hacer esta variante de flan, solamente con 5 ingredientes es un postre fenomenal para preparar.
Tiempo de Preparación: 8 Minutos
Tiempo de Cocción: 45 Minutos
Tiempo Total: 53 Minutos
Porciones: 4 Flanes
El flan es de los postres que más cariño nos produce. Se ha transmitido tanto de generación en generación que resulta un punto en común entre nosotros, nuestros padres y nuestros abuelos.
Al menos en Latinoamérica se encuentra como el postre más solicitado en los restaurantes y tiendas de comida, ya sea en las grandes urbes o en pequeños pueblos. Su exquisito sabor sorprende al contrastar con la simpleza de su elaboración.
Si sos alguien a quien le gustan los quesos y, especialmente, el queso crema, hoy estás de suerte porque vas a poder conocer una variante que combina el flan con ese tipo de queso. ¡No te quedes atrás y actualizá tu recetario para sorprender a los comensales!
200gr Leche Condensada
200gr Leche
3 Huevos
400gr Queso Crema
Esencia de Vainilla
Caramelo
100gr Azúcar
Agua
En una sartén a fuego medio poner el azúcar para el caramelo y agregarle agua, la suficiente para humedecerla.
Una vez formado el caramelo volcarlo en los moldes y moverlos para que cubra todo su interior, reservar.
En un bol poner los huevos, la leche, el queso crema, la leche condensada y la esencia de vainilla. Integrar bien.
Volcar la preparación en los moldes, poner en una fuente con agua y llevar al horno a 180° por 45 minutos.
El recorrido de la historia de este postre llega hasta la Antigüedad, con precisión en Roma. En aquellos tiempos, los romanos comenzaban a experimentar los procesos de domesticación de gallos y gallinas; esto traería como resultado una amplia disponibilidad de huevos. ¿Qué harías si te encontraras en tiempos de inicios civilizatorios y tuvieras tanto alimento a tu alrededor? Seguramente lo mismo que los romanos: inventar. Con el uso de las claras y las yemas (a veces juntas y otras veces separadas) los romanos dieron origen a innovaciones culinarias muy nutritivas. Entre ellas se encontraría la forma primitiva del flan.
Ya sabemos que los romanos tomaron las riendas en la creación de las condiciones que darían origen al flan. Ahora bien, el nombre de este plato proviene del francés flaon, que a su vez deriva del término alemán flado, que hace referencia a un objeto con superficie plana, razón suficiente para entender por qué lo llamaron así, ya que la apariencia del flan es plana.
En el Medioevo, a causa de la falta de refrigeración el flan se preparaba especialmente en las épocas en que la temperatura del ambiente fuera beneficiosa para la consistencia del producto. Este, en aquel entonces, empleaba una buena cantidad de huevos y harina entre sus ingredientes, lo que hacía que el plato estuviese listo en breve.
Se elaboraba especialmente en la Cuaresma y habían versiones tanto dulces como saladas (por ejemplo, podía incluir vegetales o pescado, ya que la carne estaba prohibida durante el tiempo cuaresmal).
Es claro que el flan es una herencia estrictamente europea. Es un legado gastronómico que los latinos se lo debemos a los primeros colonos que arribaron desde España. Ellos se lo enseñaron a los habitantes autóctonos junto a otras recetas y técnicas gastronómicas con ingredientes que pudiesen adquirirse fácilmente en el entorno o que resultaran económicos.
Lo que aumentó la popularidad del flan en el continente americano fue, además de su sabor, lo nutritivo que resulta. Con el flan las familias recibían un plato que incluía huevos, leche y azúcar; esto otorgaba suficiente energía como para poder continuar haciendo las actividades del día a día. Quizá por eso es un postre tan familiero.
No sabemos ciertamente si en un principio el flan fue pensado para servirse como desayuno, almuerzo, cena o como postre, tal como solemos comerlo en la actualidad. Para muchas familias este plato revive muchos recuerdos ya que se ha pasado de generación en generación.
La receta del flan ha subsistido desde la Antigüedad hasta nuestros días con apenas mínimas variaciones, manteniendo siempre los ingredientes de la leche, los huevos y el azúcar. Existen también versiones que incorporan otros ingredientes como canela y cáscaras de limón, pero la tradicional fórmula se mantiene casi idéntica en América y Europa.
Según los registros históricos, el Renacimiento fue un período de tantas innovaciones que era imposible que estas no se dieran en el área gastronómica, ya que en aquellos tiempos aumentó el acceso al conocimiento de nuevas técnicas y fórmulas. Aquí es cuando el flan adquiere una mejor consistencia y aparecen nuevas variaciones, ya que podían incluirse todo tipo de ingredientes, tanto dulces como salados.
Porción: 1 Flan ( 270g ) | Calorias: 690kcal | Carbohidratos: 59.1g | Proteínas: 17.6g | Grasas: 44g | Grasas saturadas: 23.3g | Colesterol: 297.4mg | Sodio: 463mg | Azúcar: 58.2g | Fibra: 0g | Grasas Insaturadas: 20.7g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 3 de agosto de 2021.
Seguime en Youtube totalmente gratis y no te pierdas ninguna de mis recetas.
¡Hay una nueva todas las semanas!
Deja tu comentario
Califica
0 Comentarios