Torta marmolada, budín marmolado y si, no podía faltar, también galletitas marmoladas! Con una forma de preparación super divertida vas a poder preparar muchísimas en nada de tiempo.
Tiempo de Preparación: 10 Minutos
Tiempo de Cocción: 15 Minutos
Tiempo Total: 25 Minutos
Porciones: 15 Galletitas
¡Qué vivan las galletas! ¿Por qué? No hay porqué. O bueno, sí. Son prácticas, fáciles de fraccionar y guardar, duraderas y versátiles, porque las hay de todo tipo: dulces, saladas, rellenas, bañadas, de agua, etc.
Soy un gran fanático de las galletitas así como del flan. Me fascinan estas recetas que permiten crear variantes casi infinitas, a veces con gustos impensados. En mi canal encontrarás muchas versiones de galletitas y flanes.
Hoy, para sorpresa de ustedes, les vengo a proponer que preparemos unas galletas marmoladas que son visualmente muy atractivas. Sí, como el bizcochuelo marmolado y el budín marmolado. Esta vez le tocó a las galletas. Vas a tenerlas en menos de media hora y todas para vos (o con quien quieras compartirlas).
125gr Manteca
50gr Azúcar
1 Huevo
Esencia de Vainilla
200gr Harina
40gr Maicena
2gr Sal
5gr Cacao en Polvo
En un bol poner la manteca a temperatura ambiente y el azúcar, batir hasta que quede una mezcla cremosa.
Agregar el huevo y la esencia de vainilla, integrar.
Echar la harina y el polvo para hornear, si tienen, en un tamiz. Agregar la sal y combinar todo.
Bajar a la mesada y terminarla de integrar con las manos.
Dividir a la mitad y una parte llevarla nuevamente al bol y combinar con el cacao en polvo.
Hacer un rollito con cada masa buscando que ambos tengan el mismo largo, los estiramos con un palo de amasar, cortamos tiras a lo largo y las juntamos de forma intercalada. (Mostrado en detalle en el video)
Cortar esta nueva masa a lo ancho, con cada corte hacer una bolita y llevarlas a una placa para horno, aplastándolas sobre la misma.
Llevar al horno a 180° por 15 minutos.
Antes que nada, si nuestro interés es conocer cuál es la historia detrás de las galletas, tendríamos que rastrear todo su árbol genealógico, como lo hacíamos en la primaria, y arriba de todo nos encontraríamos con el pan plano.
El pan plano que no requiere de un proceso fermentativo se conoce como pan ácimo. Este sería el antepasado más antiguo de las galletas actuales. Consiste en mezclar la harina de algún cereal, agua y sal en su producción.
La finalidad de este pan era la de conseguir un alimento que fuese duradero, es decir, que no se echara a perder rápidamente y que fuera fácil de movilizar. Aquí es donde comienza la historia de las galletas.
En el intento de obtener aquel alimento útil para los viajes es cuando se crea la llamada "galleta para viajes". Para los hombres de la época, la forma de transportar alimentos era un problema de gran importancia. Debía encontrarse un alimento que fuera capaz de soportar arduas jornadas sin echarse a perder y que, al mismo tiempo, se pudiese transportar fácilmente.
Aquel pan ácimo de un comienzo iría transformándose para volverse apto para los viajes marítimos. Básicamente consistía en un brebaje hecho de harina que varias veces era sometido a cocción para secarse, ya que la reducción de la humedad aumenta la duración del producto.
De esta forma obtenían un pan ácimo duro y seco que servía para apaciguar las inminentes necesidades de comer. Esta galleta logró saciar una necesidad imperiosa y clave de las campañas navales, que en aquel contexto tenían una falencia a la hora de transportar de manera segura la comida (espacio y duración).
Las galletas, tal cual hoy las conocemos, tuvieron antepasados directos en diferentes culturas. A modo de ejemplo: el casabe (un pan plano que se prepara con yuca o mandioca), el chapati (de origen indio), las regañás (panes planos comunes en el sur de España), la matzá (otro pan plano de origen judío), las famosas tortillas latinoamericanas (a base de maíz) y las reconocidas galletas marineras.
Cada cultura ha fabricado, en su debido momento y de manera independiente, una variante del pan plano seco y duro con los productos que tenían a su alcance. El objetivo era el mismo en todos los casos, obtener un alimento de larga duración que permitiera ser transportado de una manera cómoda. Esta es, lisa y llanamente, la razón por la que fueron inventadas las galletas.
La evolución de la galleta a la galleta dulce pertenece a los cocineros de la antigua Persia. Ellos tienen el mérito de haber descubierto que aquellas mezclas podían ser enriquecidas con manteca, frutas, huevos y miel. Este proceso se da alrededor del siglo VII d. C.
Por otra parte, la aparición del azúcar de caña se debe a la emigración musulmana que la introdujo en la región de la Península Ibérica. Aquel escenario histórico es en el que se explotan las rutas comerciales y se difunde la primera galleta dulce, que sería el pan de jengibre.
Es a partir de este momento en la historia que podemos considerar que la galleta moderna aparece en escena. La posterior elaboración a escala industrial recién sucede en el siglo XVIII, momento en el que las tiendas pequeñas desplazan su producción a la producción masiva en fábricas.
Porción: 1 Galletita ( 32g ) | Calorias: 128kcal | Carbohidratos: 13.7g | Proteínas: 2g | Grasas: 7.4g | Grasas saturadas: 4.4g | Colesterol: 32.8mg | Sodio: 58mg | Azúcar: 3.4g | Fibra: 0.5g | Grasas Insaturadas: 2.9g | Grasas Trans: 0.3g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 5 de agosto de 2021.
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