Refresca tu paladar con un delicioso jugo de maracuyá hecho en casa. Descubre cómo hacerlo en pocos minutos y disfruta de una bebida llena de sabor y nutrientes. ¡No te lo pierdas!
Tiempo de Preparación: 10 Minutos
Tiempo Total: 10 Minutos
Porciones: 6 Vasos
Esta fruta también es conocida como "pasionaria". Es redonda, mide entre 4 y 10 centímetros de diámetro, su consistencia es fibrosa, con un sabor un poco ácido, es aromática y muy jugosa.
La maracuyá está volviéndose cada vez más conocida. Tal vez ha sido difícil que adquiriera tanta disponibilidad e interés como otras frutas debido a que contiene una amplia cantidad de semillas dentro de su pulpa y su gruesa cáscara no es comestible.
Pero lo bueno es que hoy en día tenemos a nuestro alcance utensilios varios que nos pueden servir para extraer lo mejor de esta fruta. Con una licuadora podremos hacer jugo y con un tamiz o colador podremos filtrar sus semillas.
200 gr Maracuyá
1000gr Agua
120gr de Azúcar Rubia
Cortar la maracuyá al medio, extraer su interior y volcarlo en un bol.
Volcar la pulpa de la maracuyá en una licuadora y añadirle el agua. Licuar por 3 o 4 minutos.
Volcar el jugo en una jarra colándolo por medio de un colador fino.
Limpiar la licuadora, volcar el jugo de maracuyá e incorporar el azúcar negra. Opcional: añadir hielo para darle más frescura. Licuar y servir.
La maracuyá, también conocida como "fruta de la pasión", proviene de una planta trepadora cuyo nombre específico es Passiflora edulis flavicarpa. El género de esta planta cuenta con más de 400 especies y se la considera nativa de Sudamérica y Centroamérica, propia del norte de Argentina, Colombia, Paraguay, la Amazonía de Perú y las amazonas de Brasil.
El fruto puede ser de color púrpura o amarillo, y en otros países americanos y en distintas regiones del mundo se la conoce con diferentes nombres. En Puerto Rico, por ejemplo, se la conoce como parcha, mientras que en República Dominicana es llamada Chinola y en Venezuela es conocida como parchita.
El color varía dependiendo de las variedades existentes. La amarilla, la más común, se obtiene en los países de origen. Por su atractivo visual ha resultado decorativa, práctica para realzar el color de algunos platos, razón por la que se ha exportado a mercados europeos y norteamericanos. El fruto de la variedad f.edulis P. edulis es de color púrpura, naranja intenso o rojo, que en Colombia se conoce como gulupa.
Distintas variedades gastronómicas de esta fruta tuvieron éxito durante el siglo XIX en Australia, Hawái e Islas del Pacífico Sur. Dadas las favorables condiciones climáticas, la maracuyá pudo adaptarse velozmente en aquellas regiones. No obstante, su comercialización en Hawái adquirió verdadero impulso a mediados del siglo XX.
Tanto la producción de la maracuyá como su éxito comercial en este época llamó la atención, además del valor decorativo de sus flores, e incitó a que países como Kenia y Uganda intentaran cultivarla en 1950, que coincidió con el período en el se introdujo una plantación comercial de maracuyá en Sudáfrica.
Se desconoce a ciencia cierta si fue debido a estas variedades o a causa de los cultivos en la región de Australia que la maracuyá se introdujo mediante Sri Lanka en la India, región donde hoy en día es cultivada principalmente de manera doméstica.
El cultivo de esta fruta se ha extendido a lo largo de varias islas caribeñas, Israel, Polinesia y el archipiélago malayo.
La adopción de este nombramiento se remonta siglos atrás y se debe al nombre con el que fue conocida la planta que brinda su fruto: pasionaria. Originaria de América, conoció el mundo gracias a la llegada de los españoles colonizadores.
Ellos fueron quienes le dieron aquel nombre. Notaron atributos en la flor que relacionaron con la pasión de Jesús y su crucifixión, por lo que la llamaron pasionaria. Su forma pentarradial fue relacionada directamente con la teología. Al menos, esa fue una lógica muy utilizada de asociación en aquella época.
Cuando la fruta alcanza el punto de madurez, se desprende y recolecta del suelo. Es importante que la corteza de la maracuyá no presente daño alguno, ya que esto puede afectar su consumo, ya sea fresco o procesado.
Se debe ser responsable y no ingerirla en su estado de inmadurez, ya que en ese período contiene cianogénicos que funcionan como toxinas vegetales que se producen como función de defensa de las plantas.
Se puede comer directamente una vez abierta y utilizarse en ensaladas de frutas o incluso en ensaladas de hojas verdes, ya que su sabor levemente ácido otorga una exquisita combinación. Se ha granjeado un lugar cada vez más común en la repostería ya que permite salirse de los lugares comunes de otras frutas, habiendo budines, tortas y hasta galletitas de maracuyá, que podrás encontrar en mi sitio web.
Porción: 1 Vaso ( 200g ) | Calorias: 94kcal | Carbohidratos: 23.7g | Proteínas: 0.6g | Grasas: 0.2g | Grasas saturadas: 0g | Colesterol: 0mg | Sodio: 8mg | Azúcar: 20.3g | Fibra: 2.9g | Grasas Insaturadas: 0.2g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 31 de agosto de 2022.
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