Mermelada de Manzana

¿Es posible que con sólo dos ingredientes logremos elaborar un alimento untable muy rico y de larga duración? Sí, es posible. La mermelada tiene esas características. Es, ante todo, una conserva de fruta, y como toda conserva permite que podamos guardarla por largo tiempo para su consumo, pudiendo alcanzar hasta los 6 meses en reserva. La simpleza de sus ingredientes y la facilidad de su preparación llevó a que tuviera gran aceptación tanto en el gourmet de la nobleza como en los comedores de campesinos, lo que le dio su aceptación en toda la sociedad. En el extenso mundo de la repostería, es considerada una de las más conocidas recetas prácticas de las que se tiene registro.

Resulta sorprendente cómo una rodaja de pan o una porción de scones adquieren una transformación fantástica al ser apenas pincelados por la mermelada. La combinación de sabores se siente como una explosión festiva en nuestro paladar y dan ganas de incluirla en nuestro desayuno y en nuestra merienda (por supuesto que si quieres incluirla en el almuerzo o la cena no te vamos a juzgar, al fin y al cabo, cada cocina es un mundo, ¿cierto?).

Ahora bien, todos sabemos que la manzana es la fruta más conocida. Pero también la menos divertida. Tenemos hambre, comemos una manzana y en 15 minutos volvemos a tener hambre. No ayuda mucho. Por eso ha sido incorporada en infinidad de platos dulces, para darle ese toque sabroso y que brinde saciedad. Hay desde tortas de manzana (un plato dulce recurrente en Argentina) hasta budines de manzana y también crepés con manzana caramelizada.

Lo que esta vez haremos para darle un toque llamativo a esa fruta es una mermelada de manzana. ¿Te gustaría conocer mejor de dónde proviene la mermelada?

Video paso a paso

Ingredientes para Mermelada de Manzana

• 1kg Manzana

• 700gr Azúcar

Preparación de Mermelada de Manzana paso a paso

De dónde surge la mermelada

Como muchas costumbres occidentales tienen su origen en Grecia, la mermelada también se registra en la Antigua Grecia. En el famoso recetario de Marco Gavio Apicio (De re coquinaria) ya se registra la combinación de manzana y miel hervidas hasta formar un líquido espeso y homogéneo que los romanos rebautizaron como melimelum.

En un antiguo tratado de gastronomía llamado Relieve de las mesas (en realidad, el nombre es mucho más extenso, pero preferimos ser breves), publicado en 1238 de la mano de Ibn Razin al-Tuyibi, aparece una mención a una receta similar que trata de obleas desmigajadas en miel o también en sirope. El autor nos destaca la intensidad de su dulzura.

En Portugal fue conocida como marmelo y descubierta a partir de la reducción de la confitura de membrillo, tornándose menos sólida.

Una curiosa leyenda sobre la mermelada

Los juglares del siglo XVI acostumbraban a endulzar los oídos de los espectadores con la leyenda de la mermelada. Según sus canciones, la reina de Escocia María Estuardo, que residió en Francia durante sus primeros años, se encontró atravesando una enfermedad que la llevó al reposo. Sus acompañantes pregonaban la frase Maria est malade ("María está enferma") al tiempo que su médico personal le brindaba una especie de confitura formada con naranjas y miel. Este comentario se deformaría con el tiempo dando lugar al nombre por el que actualmente conocemos a la mermelada.

¡Consejo! El azúcar de esta receta es lo que funciona como conservante. Si sellas el envase al vacío, no será necesaria la refrigeración y durará mucho más tiempo (si evitas que le proyecta la luz solar, mejor aún). Una vez que abras el envase, deberás guardarla en tu heladera para preservar su estado.