Si te gusta el sabor tropical del maracuyá, tienes que probar estas deliciosas Pepas de Maracuyá. Son tan suaves y tiernas que se deshacen en tu boca, y el toque ácido de la fruta combinado con la dulzura de la masa hará que se te haga agua la boca!
Tiempo de Preparación: 20 Minutos
Tiempo de Cocción: 15 Minutos
Tiempo Total: 35 Minutos
Porciones: 24 Galletitas
Las pepas son esa galleta o masita infaltable en la merienda de los argentinos. Nosotros nos tomamos muy en serio la merienda y por eso la acompañamos con este tipo delicias.
¿De qué otra forma se puede preparar las pepas si no es de membrillo? Lo que yo te traigo ahora es una receta más original, menos vista pero con un sabor nuevo, que aprovecha lo agridulce del maracuyá.
Para que salgas de lo clásico y sorprendas a las visitas y a vos mismo. Atención, ¡puede que estas pepas de maracuyá terminen convirtiéndose en tus preferidas!
100gr Manteca
100gr Azúcar
1 Huevo
250gr harina 0000
6gr Polvo para Hornear
30gr Jugo de Maracuyá
Jugo de Maracuyá
1 Maracuyá
120gr Agua
Glaseado
Jugo de Maracuyá Restante
60gr Azúcar
Agua
20gr Maicena
En una tabla, colocamos el maracuyá y lo cortamos al medio. Con una cuchara, extraemos su interior y lo depositamos en un bol.
Volcar la pulpa y semillas en una licuadora, añadir el agua y licuar por 3 o 4 minutos.
Colar el jugo en otro recipiente para separar las semillas. Reservar el jugo y las semillas (no desechar estas).
Para la masa, colocar en una fuente la manteca y el azúcar. Batir hasta que quede cremoso y suave. Luego, añadir el huevo y batir. Ayudarse con una espátula para que no queden partes sin mezclar.
Añadir el harina y el polvo para hornear a la mezcla, preferentemente mediante un tamiz. Luego, incorporar una parte del jugo de maracuyá y una parte de las semillas. Batir hasta integrar por completo. Tapar con un film y refrigerar.
En una olla al fuego, colocar el resto del jugo de maracuyá y el azúcar. Calentar hasta que rompa el hervor mientras mezclamos.
Sumergir la maicena en agua y revolver. Luego, volcarla en el jugo de a poco y sin dejar de revolver. Continuar batiendo y, una vez alcanzado el hervor, bajar el fuego y seguir revolviendo por dos minutos. Una vez pasado el tiempo, sacar la olla del fuego. Dejar enfriar.
Una vez que la masa se haya enfriado, sacarla de la heladera. Con una cuchara, extraer pedazos de masa, hacer bolitas y luego aplanarlas con las palmas de las manos. Ir colocándolas en una placa para horno y hacerles un hueco bastante profundo y marcado en el centro con ayuda de algún objeto. Llevar al horno a 180º por entre 7 y 8 minutos.
Pasado ese tiempo, sacar las pepas del horno y volver a hacer el hueco en el centro. Llevar al horno a 180º por 5 minutos.
Una vez listo el horneado, pasar la crema de maracuyá a una manga e ir rellenando las pepas. Una vez hecho, ya estarán listas para comer.
Opcional: en caso de no usar mangas, podés colocar la crema ayudándote con una cuchara.
Estas galletitas son una masa dulce característica de Argentina. Tanto es así que no puede faltar en ninguna panadería del país, ya se trate de tiendas de barrio, emprendimientos caseros o las bakery conocidas por su calidad gourmet. Habitualmente se las denomina "pepas", pero a causa de sus variantes es común aclarar de qué tipo de pepas se trata, ya que las hay de membrillo, de dulce de leche, de dulce de batata, de chocolate y, como hoy vimos, de maracuyá.
La masa de las pepas es idéntica a la masa frola, aquella utilizada para la producción de pastafrola, y que se asemeja a la sablé, con la diferencia de que esta última tiene mayor altura y más suavidad (su preparación requiere de polvo para hornear, huevos enteros en vez de yemas y un mayor aporte de harina).
Así es. Su versión original implica la masa frola. Esta es cortada a modo de rodajas que tengan el tamaño adecuado de las galletas, luego son depositadas en la plancha para horno. La segunda versión implica la formación de bolitas con ayuda de una cuchara mientras vamos moldeándolas con nuestras manos. En esta receta, la forma que utilizamos consiste en ir estirando la masa conforme utilizamos la técnica del fresado. Luego, cortamos.
Es clave el uso del horno puesto que este otorga el beneficio de que los sabores no sólo se asienten sino que también se combinen, esto explica la razón por la que el membrillo debe ser aplicado previo al momento del horneado. Esto genera la condición de que sólo la superficie del dulce se cristalice, en tanto que la textura en el resto de su cuerpo se mantiene.
Las pepas pertenecieron al terreno de la cocina artesanal hasta entrada la década del 90. Recién en 1994 ocurrió que dos socios, llamados José Saia y Julio Tereñes, conciliaron para dar inicio a un proyecto cuyo objetivo era automatizar la producción de las pepas.
Ambos socios ya se conocían de antes, puesto que habían trabajado juntos en Capri, una fábrica de galletitas. Tereñes estaba volcado a la parte de Producción, en tanto que Saia estaba centrado en el sector de Mantenimiento. Los dos compañeros compartían un interés en común, el cual consistía en emprender de manera independiente, lo que significaba formar un negocio propio, razón por la que se desvincularon de Capri.
Tereñes, por su parte, se dedicó a ser proveedor de harinas, y Saia se orientó a la venta de panificados. Esto produjo un reencuentro en el que llegaron a concluir que los intentos de industrializar las pepas habían resultado ineficaces dado que no se acercaban ni apenas un poco a la calidad de las pepas artesanales. Por lo tanto, había un mercado aún sin explorar.
Los excompañeros requerían para su proyecto un adecuado espacio para producir, lo que los hizo acudir a Capri, su anterior empleador, el cual se hallaba en inminente cierre. Allí fue donde comenzarían los primeros pasos de su marca, Terepín. El nombre fue elegido a partir de que se combinaran las dos primeras sílabas del Tereñes y las tres primeras letras del apodo que de pequeño recibió José Saia (Pino).
No obstante, las pepas Terepín saldrían al mercado recién dos años después, en 1996. Los socios estuvieron dedicando todo ese tiempo al ensayo-error para obtener así un sabor semejante al que pepas artesanales tienen como propio. Afortunadamente, lograron el objetivo, y en poco tiempo el producto de los socios estaba a la venta en almacenes, mayoristas, kioscos y supermercados reconocidos como Walmart, Día, Jumbo, Carrefour, etc.
En la actualidad, la fábrica y distribuidora Terepín maneja un total de 150 obreros entre sus plantas, alcanzando unas 32 toneladas diarias de pepas en su producción.
Porción: 1 Galletita ( 31g ) | Calorias: 99kcal | Carbohidratos: 15g | Proteínas: 1.4g | Grasas: 3.8g | Grasas saturadas: 2.2g | Colesterol: 18.3mg | Sodio: 31mg | Azúcar: 6.9g | Fibra: 0.4g | Grasas Insaturadas: 1.5g | Grasas Trans: 0.1g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 7 de septiembre de 2022.
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