¿Quieres probar algo nuevo y delicioso? Anímate a hacer esta exquisita Torta de Maracuyá, con su sabor tropical y fresco, perfecta para cualquier ocasión. ¡Sigue la receta y sorprende a todos con tu talento culinario!
Tiempo de Preparación: 20 Minutos
Tiempo de Cocción: 50 Minutos
Tiempo Total: 1 Horas y 10 Minutos
Porciones: 10 Porciones
¿Qué es una torta? El diccionario lo define como una preparación dulce de harina con forma redonda y plana, con forma redonda y plana…
Pero una torta es mucho más que eso. ¿Por qué se la atribuye a cumpleaños, fiestas y celebraciones? ¿Por qué se la asocia con aquellos momentos de felicidad? Porque representa nuestro mayor esfuerzo en servir a alguien. Le damos nuestra mejor preparación para servir porque lo valoramos.
Hay tortas más simples que otras y tortas más conocidas que otras. La que yo te presento es poco frecuente, por lo que hará que destaque en cualquier evento en el que la quieras presentar: una exquisita torta de maracuyá que va a dejar a todos con ganas de repetir.
Bizcochuelo
3 Huevos
250gr Azúcar
100gr Aceite
240gr Harina
180gr Jugo de Maracuyá
10gr Polvo para Hornear
1gr Sal
Jugo de Maracuyá
1 Maracuyá
350gr Agua
Glaseado
Jugo de Maracuyá Restante
40gr Azúcar
Agua
15gr Maicena
Cortar el maracuyá y depositar su interior en un bol. Luego, volcar en una licuadora con el agua. Licuar por 3 o 4 minutos.
Colar el jugo reciente y con una cuchara sacar las semillas. Reservar tanto el jugo como las semillas (no desecharlas).
Tomamos el molde para la torta, lo enmantecamos y lo enharinamos. Reservar en el freezer.
Añadir los huevos en un bol seguido del azúcar. Batir entre 5 y 10 minutos. Añadir el aceite.
Añadir el harina y el polvo para hornear, preferentemente mediante un tamiz. Añadir la sal, una parte de las semillas de maracuyá y una parte del jugo de la fruta. Batir bien ayudándose de una espátula para que no quede harina adherida en los bordes.
Una vez integrados los ingredientes, traer el molde del freezer y volcar la preparación en él. Llevar al horno a 180º por alrededor de 45 o 50 minutos.
Para el glaseado, poner una olla a fuego medio y colocar el resto del jugo de maracuyá junto al azúcar. Dejar calentar mientras resolvemos hasta que rompa el hervor.
Mezclar la maicena en agua y diluirla. Añadir a la olla de a poco mientras batimos hasta que rompa nuevamente el hervor. Luego, bajar el fuego al mínimo y seguir revolviendo por dos minutos aproximadamente. Pasado ese tiempo, sacar la olla del fuego y dejar reposar a temperatura ambiente.
Una vez horneada la torta, dejar enfriar a temperatura ambiente. Pasado ese tiempo, desmoldar y esparcirle en la superficie el glaseado de maracuyá. Dejar secar y ya está lista.
Los registros dejan ver que las primeras recetas dulces se ubican en Mesopotamia y en el Antiguo Egipto, donde se elaboraban panes redondos decorados con ajonjolí hace más de 7 mil años.
En la Antigua Grecia, las tortas eran una muestra para celebrar los nacimientos. Las tortas de Atenas eran elaboradas con harina, aceite y queso, y tenían fama en las regiones circundantes. Hacia el siglo IV a. C., durante el Imperio Romano, comenzó a distinguirse entre los panaderos y los pasteleros, apareciendo el oficio de pastillariorum.
Los árabes, al asentarse en España, plantaron árboles de almendra y de cítricos en la región traídos de Persia. Estos alimentos comenzaron a ser comercializados y expandiéndose, gracias a las Cruzadas, por Roma y el resto de Europa, apareciendo así novedades como el baklava, el nougat y el mazapán, endulzados con miel.
En este período es cuando la pastelería y la religión comienzan a combinarse, marcando qué tortas y postres podían elaborarse dependiendo del año litúrgico. En la Edad Media aparecerá en Francia el gremio de los productores de obleas (obloiers), que producían las hostias para las misas. Con el paso del tiempo, la gente accedería no sólo a estas obleas sino también a tortas dulces y saladas que servían para mantener la filiación religiosa de los necesitados.
Gracias al descubrimiento de América en el siglo XV, España introdujo el chocolate en Europa en pequeñas cantidades. Y gracias al azúcar traído por los árabes, la miel fue siendo reemplazada rápidamente como endulzante, ya que se combinaba mejor con los ingredientes.
En el siglo XVIII comienza a desarrollarse en Francia el hojaldre, dando inicio así a la época de la pastelería moderna. A fines del siglo se expande la bollería vienesa y, tiempo después, se popularizaría el croissant de la mano de Maria Antonieta.
El arte de la pastelería se inicia en aquel siglo y se extiende por los dos siguientes. En el año 1863 aparecen las tartaletas de almendras de Ragueneau; en el año 1740 el Baba en Francia, a través del rey de Polonia Stanislas Leszczynsky; mientras que en el 1805 un pastelero bordelés llamado Lorsa enriqueció la decoración de las tortas.
Pero, sin duda alguna, el mayor innovador en estas cuestiones fue Antoine de Careme, quien publicó, a principios del siglo XIX, el libro El Pastelero Real, considerada esta obra como la primera detallada descripción de la pastelería de la modernidad, debido a su amplio repertorio de recetas.
Fue a él a quien se le atribuyó el merengue, el voul aun vent, la croquenbouche y el perfeccionamiento de la masa de hojaldre.
Durante los siglos XVIII y XIX, los pasteles ya son llamativas obras maestras de la creatividad y el ingenio, signos del refinamiento en el gusto de los pasteleros, especialmente al momento de tener que hacer encargos a algún señor de la nobleza.
Entre los siglos XIX y XX fueron mejorando paulatinamente los equipos de producción y los métodos de elaboración, así como también la selección de ingredientes. Muchas tiendas del rubro pastelero reconocidas en la actualidad se iniciaron en el siglo XX.
En pleno siglo XX, período de descubrimientos técnicos y desarrollos tecnológicos, se alcanzará el dominio del calor, del frío, de la fermentación, de la congelación y de la conservación, elementos que propiciarán importantes avances en la pastelería. La aparición de hornos con métodos de cocción seguros y de la heladera como refrigeración eficiente dieron lugar a notables avances en el área de la productividad y de la calidad en la repostería.
Porción: 1 Porción ( 136g ) | Calorias: 334kcal | Carbohidratos: 51.9g | Proteínas: 5.1g | Grasas: 12.3g | Grasas saturadas: 5.6g | Colesterol: 67.1mg | Sodio: 173mg | Azúcar: 31.3g | Fibra: 2.5g | Grasas Insaturadas: 6.8g | Grasas Trans: 0g
*Disclaimer NutricionalPublicado por Federico Quevedo, el 14 de septiembre de 2022.
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