Receta Galleta El Juego Del Calamar

¿Reconocés una galleta dalgona cuando la ves? Seguramente sí, pero sin saber que ese es su verdadero nombre, ya que volvieron a popularizarse a partir de la serie de Netflix y en el habla hispana las llamamos "galletas de El juego del calamar" (un nombre largo, es cierto).

Esta receta requiere sólo dos ingredientes fáciles de conseguir, de los cuales al menos uno seguramente haya en tu casa. Ponete a prueba no sólo para conocer su gusto, sino también para saber si sos digno o digna de mantener intacto su dibujo.

Esta galleta es dulce, crujiente, ligera y con un profundo sabor a caramelo. No por nada su nombre dalgona significa "está dulce".

Video paso a paso

Ingredientes para hacer Receta Galleta El Juego Del Calamar

• 60gr Azúcar

• 1/8 Cucharadita o 0.5gr de Bicarbonato de Sodio

Cómo hacer Receta Galleta El Juego Del Calamar

Esta golosina surcoreana que conocimos en la serie de Netflix "El juego del calamar" pasó a convertirse en furor y sus ventas en Corea del Sur se han disparado desde entonces.

La serie que hizo resurgir a la galleta dalgona

La serie, que resultó un gran éxito imprevisto para Netflix, nos presenta a un conjunto de ciudadanos de Corea del Sur que se encuentran endeudados y deben competir en diversos juegos infantiles con el objetivo de ganar 38 millones de dólares a modo de premio. ¿Lo conflictivo? Quien pierde, muere.

Uno de los desafíos ofrece a los participantes unas galletas redondas que en su interior contienen un dibujo, el cual puede ser una estrella, un paraguas, un círculo o un triángulo. Cada jugador debe ir cortando la galleta de manera que el dibujo quede intacto y sin quebrarse.

¿Cuál es la historia detrás de la galleta?

La razón de este juego de la galleta está inspirado en las experiencias que vivió el director de la serie, Hwang Dong-hyuk, durante su niñez en Seúl: en aquellos tiempos, los puestos de galletas dalgona se vendían en la vía pública, especialmente cerca de las escuelas, como los puestos de garrapiñadas en Argentina, y quien lograba conservar intacta la forma de la galleta recibía como premio otra galleta.

Hwang amaba aquel juego y para obtener la siguiente galleta se las ingeniaba utilizando tácticas tales como utilizar una aguja o lamer la golosina para humedecerla y lograr que fuera más fácil cortarla. Estas técnicas aparecen en el capítulo correspondiente de la serie. Según ha contado el director en una entrevista, su reto más difícil era la dalgona con forma de sombrilla.

Durante la grabación de la serie no resultó fácil manipular tanta cantidad de galletas ya que se humedecían rápidamente, más aún en las épocas lluviosas que se presentan en Corea del Sur, por lo que los directores se vieron en la necesidad de contratar a expertos en la fabricación de este dulce.

¿Quiénes eran esos expertos en dalgona?

Fue así que contrataron a Lim Chang-koo y a su esposa, Jung Jung-soon, especialistas que tuvieron que fabricar hasta 400 galletas dalgona durante los días de grabación.

Esto generó un impacto sorpresa. El puesto callejero de Lim y Jung, situado en el distrito teatral de Seúl, se ha vuelto uno de los puntos de mayor popularidad en la capital surcoreana. Apenas lo abren, se acumulan filas en las que sus clientes llegan a esperar hasta seis horas por su dalgona.

El procedimiento en el que Lim derrite el azúcar en su quemador, le añade el bicarbonato de sodio, aplana la mezcla y da forma a la galleta dura apenas unos 90 segundos. Además de ofrecer las cuatro formas conocidas en la serie, tiene una amplia gama de otras, incluida la de la letra N en honor a Netflix, cuyo aporte hizo revivir una costumbre surcoreana que se creía perdida. Lim reconoce que su vida laboral se tornó "súper frenética", sin imaginar jamás que el producto se volvería más popular que en sus inicios.

Una crisis financiera

Las galletas dalgona aparecieron por primera vez en la década del 60, en un contexto de posguerra que hacía difícil acceder a golosinas y postres como el helado o el chocolate. Fue así que la dalgona se volvió famosa, por su precio accesible y por la ubicación de sus puestos cerca de las escuelas.

La galleta continuó vendiéndose hasta el ascenso de Corea del Sur en la economía mundial tras un crecimiento económico veloz. Luego sus ventas descendieron por la posibilidad de acceder a otros dulces y postres.

Ahora, la tradición ha revivido.